La mascarilla, siempre en el bolsillo por si no se cumple el metro y medio
▶Sanidad condiciona el fin del cubrebocas al aire libre a que haya una distancia mínima de seguridad ▶Varias comunidades lamentan las formas del Gobierno, tras dejarlas de lado y no consensuar la nueva norma
o siempre podrá ir sin mascarilla si va por la calle este verano. Si se para a hablar con un vecino, si espera en un paso de cebra con otros ciudadanos o si se topa con aglomeraciones en el centro de la ciudad, deberá ponérsela, aunque esté al aire libre. El Gobierno condicionará la liberalización de la mascarilla en espacios abiertos a partir del sábado a que se guarde una distancia de seguridad de metro y medio con no convivientes. Un marco general para el que aún habrá que aclarar la letra pequeña. «Las casuísticas tendremos que irlas viendo», reconoció ayer la ministra de Sanidad, Carolina Darias, que no quiso entrar en muchos detalles cotidianos. Sí recalcó, en cambio, que los españoles no podrán olvidarse en casa la protección facial: «Tenemos que llevar con nosotros la mascarilla, aunque no siempre la llevemos puesta».
El real decreto que previsiblemente apruebe hoy el Consejo de Ministros mantiene la obligatoriedad de llevar la mascarilla en espacios interiores, tanto en lugares públicos (bibliotecas o edificios de la Administración), como en espacios privados de uso público (supermercados, farmacias...). También deberá mantenerse en transportes públicos (aviones, autobuses, taxis, trenes o metro, salvo en los camarotes y cubiertas de los barcos). Además, en espacios al aire libre también se mantendrá para eventos multitudinarios donde el público esté de pie, como en conciertos.
Sin embargo, la modificación de la norma permitirá a los habitantes ir sin mascarilla al aire libre cuando se mantenga la distancia de seguridad con otros ciudadanos, o también sin distancia en el caso de grupos de convivientes, como son las familias.
Se elimina la mascarilla también en eventos al aire libre en los que sus participantes están sentados con metro
Ny medio entre ellos. Y también en residencias o lugares institucionalizados en los que el 80% de los residentes estén inmunizados. Sí la deberán seguir llevando los trabajadores y las visitas. Este apartado afecta también a recintos de servicios esenciales, como ocurre con los parques de bomberos, que en las guardias podrían prescindir de la mascarilla siempre que la mayoría estén inmunizados.
Lo que no aclaró la ministra es si será sancionable salir de casa sin la mascarilla, ya que ahora queda en el criterio de los ciudadanos saber cuándo cumplen con la distancia. Por ello, según dijo, se pedirá a la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta que vaya «viendo» las situaciones cotidianas, para establecer un criterio común en toda España.
«Estamos ante una medida de flexibilización, progresiva, gradual y prudente, ya que solo hemos eliminado la posibilidad de no llevar la mascarilla en aquellos lugares que sabemos que hay menor riesgo de transmisión como al aire libre y manteniendo la distancia interpersonal», aseguró Darias.
Aunque la medida para el fin de las mascarillas ha sido, de forma general, bienvenida, a las comunidades autónomas no les han gustado las formas del Gobierno, que anunció la medida de forma unilateral a través del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, después de haber dejado en sus manos el resto de la gestión de la pandemia. No fue hasta ayer cuando Darias explicó la medida a las comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial de Salud mediante una presentación PowerPoint y sin dar un documento a las autoridades presentes, según pudo saber ABC.
En la reunión varias comunidades manifestaron su malestar por las formas del Gobierno y afearon a la ministra que la decisión sobre las mascarillas debería haberse trabajado y consensuado
La mascarilla dejará de ser obligatoria en exteriores siempre que se pueda mantener la distancia de metro y medio con personas no convivientes. Pero cuando se esté con convivientes, como sería el núcleo familiar, podrá estar sin ella aunque estén más cerca.
En los eventos multitudinarios, todo dependerá de la organización. Si son al aire libre, pero los participantes están de pie, deberán llevarla. En cambio, si se encuentran sentados con distancia de metro y medio entre ellos, podrán quitársela.
También se despiden de ellas los usuarios de residencias, pero solo si el 80% están vacunados.
A dos días de la entrada en vigor de la ley de Eutanasia, el Consejo Interterritorial de Salud dio luz verde ayer al protocolo que los médicos seguirán para saber si un paciente está capacitado para decidir sobre su vida. Este protocolo será especialmente útil en los casos en los que no se haya realizado testamento vital o manifestado por escrito un documento previamente con las comunidades, más aún después de que intentaran en reiteradas ocasiones en las semanas anteriores llevarlo a debate. Tampoco convence del todo la propuesta del Ministerio, ya que las regiones temen que ante un posible agravamiento de la situación epidemiológica, el camino de vuelta no sea fácil.
En previsión de la variabilidad de la pandemia, Murcia, por ejemplo, pidió establecer niveles de alerta que condicione la medida. Otras comunidades como Galicia o Madrid pidiede últimas voluntades. El protocolo se basa en una entrevista personal en la que el facultativo debe cerciorarse de que la persona que desea acabar con su vida es consciente de la decisión que va a tomar. Que razona y expresa firme y de forma libre y voluntaria su deseo de morir.
En caso de duda, se proporcionarán tres cuestionarios validados por la comunidad científica internacio