Biden da la espalda a la izquierda demócrata ante la ola de violencia
▶ Aumentará el control de la venta de armas y dará más fondos a los cuerpos de policía
Para poner en marcha las sanciones, que incluyen la pérdida de los fondos estructurales o incluso las actuales ayudas por razones de la pandemia, se necesita primero un acuerdo por unanimidad del Consejo Europeo, donde Hungría encuentra sistemáticamente el apoyo de Polonia, que es el otro gobierno señalado por cuestiones de Estado de derecho. Hasta ahora el partido de Orban, el Fidesz, ha sido expulsado ya del grupo parlamentario Popular y del Partido Popular Europeo, por lo que tampoco puede participar en las cumbres de los líderes populares que se celebran antes del Consejo Europeo.
Joe Biden mira con preocupación la oleada de violencia que vive EE.UU., su probable recrudecimiento este verano y las elecciones del año que viene y ha querido poner distancia con los mensajes antipolicía que dominan el sector izquierdista de su partido. El presidente de EE.UU. compareció esta semana para anunciar su estrategia para controlar el crimen y no hubo asomo de los lemas de ‘recortes a la policía’ o ‘abolición de la policía’ que calaron entre los demócratas izquierdistas durante las protestas raciales del verano pasado.
Al contrario, Biden aseguró que «este no es el momento de dar la espalda a los cuerpos de seguridad o a nuestras comunidades» y desgranó un plan centrado en «que las armas no estén en las manos equivocadas» y aumentar –no disminuir, como exigían sus colegas de partida– la financiación a los cuerpos de policía.
No es casualidad que Biden hablara en la misma semana en la que los demócratas de Nueva York acudieron a las urnas en las primarias para elegir, entre otros cargos, al alcalde de la principal ciudad de EE.UU. A falta de que el nuevo sistema electoral –en el que se puede elegir más de un candidato por papeleta– lo confirme, quien ha tomado ventaja para la alcaldía de Nueva York es Eric Adams, un excapitán de policía con un mensaje de dureza contra el crimen y de oposición a los recortes.
Que eso ocurra en Nueva York, un bastión progresista de EE.UU., marca la temperatura del debate, que solo se calentará en los próximos meses. «El crimen aumenta históricamente durante el verano, y en un momento en el que salimos de la pandemia, con el país en reapertura, el tradicional pico del verano podría ser más pronunciado de lo habitual», adelantó Biden.
A nivel nacional, los homicidios crecieron en 2020 un 25% y los crímenes violentos, en general, un 3%, según los datos del FBI. En las grandes ciudades, la situación es más grave. En Nueva York, por ejemplo, los tiroteos han crecido un 70% respecto a los niveles del año pasado y en los primeros cinco meses del año se han registrado más incidentes de este tipo que en cualquier año desde 2002.
El aumento de la violencia es una carta electoral que los republicanos van a utilizar al máximo. Tradicionalmente, controlan el mensaje de ‘ley y orden’ y los picos de crimen son una ocasión para atacar a los demócratas. Las posiciones del sector izquierdista son un caramelo para los republicanos, a pesar de los intentos de Biden de separarse de los ‘recortes a la policía’ desde la campaña electoral del «Tenemos un acuerdo», aseguró ayer Joe Biden en la Casa Blanca, rodeado por un grupo de senadores demócratas y republicanos. Se refería el presidente de EE.UU. a su ansiado plan de gasto en infraestructuras, que contó con la aprobación de legisladores de los dos partidos, después de meses de negociaciones infructuosas. El acuerdo, que apoya un gasto de 579.000 millones en infraestructuras básicas –transporte, red de Internet, tendido eléctrico– está muy lejos del ambicioso plan de gasto de más de cuatro billones de dólares que pretende Biden, que incluye la ampliación del estado de bienestar y para el que necesita grandes subidas de impuestos. año pasado. Aunque en general los crímenes cayeron un 6% en 2020 –lo que incluye agresiones sexuales, robos y otros ataques a la propiedad–, el esperado aumento de la violencia en verano es lo que más va a calar en la opinión pública, y hay elecciones al Congreso el año que viene, en las que los republicanos buscan recuperar sus mayorías.
Biden trató de conectar la lucha contra el crimen con un asunto que cala bien en el electorado demócrata, también en su sector izquierdista: el control de armas. Su plan impone penas severas a los establecimientos de venta que pongan armas de fuego en manos de quienes no lo tienen permitido o que no realicen una revisión de antecedentes. «Os buscaremos y os quitaremos vuestra licencia para vender armas», dijo Biden a los propietarios de esos establecimientos. «Nos aseguraremos de que no venderéis muerte y tragedia en nuestras calles».
No está claro cuánta de la violencia se podrá suprimir con esa medida. Biden la complementa con el envío de fondos a los cuerpos de policía. Para ello, pondrá a disposición de las entidades locales 350.000 millones de dólares provenientes del paquete de rescate de Covid-19 que el Congreso aprobó a comienzos de año. Eso no gustará a muchos demócratas a su izquierda, pero Biden parece centrado en contentar al resto del espectro político estadounidense.