Hallan centenares de tumbas en un internado de niños en Canadá
▶ En mayo encontraron los restos de 215 menores indígenas en otro centro
Grupos indígenas –la Primera Nación Cowesses en Saskatchewan y la Federación de Primeras Naciones Indígenas Soberanas (FSIN)– informaron ayer del descubrimiento de centenares de tumbas sin identificar en un antiguo internado para la asimilación forzosa de población india en la provincia canadiense de Saskatchewan. En concreto, se han encontrado en lo que antiguamente fue la Escuela Residencial Indígena Marieva, que funcionó desde 1889 hasta 1997. En mayo de este mismo año, los expertos ya informaron del descubrimiento de otros 215 niños enterrados en el lugar donde antiguamente se ubicaba otro internado de Canadá, cerca de Kamloops, en la provincia occidental de Columbia Británica.
Aún no han podido especificar la cantidad de tumbas que han sido descubiertas, aunque sí han advertido de que supone el mayor número encontrado hasta el momento, según informó el medio canadiense CBC. El hallazgo se ha producido después de que a principios de este mes la Primera Nación Cowesses, que se hizo cargo del cementerio de la Iglesia Católica en la década de 1970, comenzase a buscar tumbas sin identificar con un georradar.
El jefe de la Asamblea de las Primeras Naciones, Perry Bellegarde, que aglutina a los grupos indígenas del país, lamentó el hallazgo en su perfil de Twitter. «La noticia de que se han encontrado cientos de tumbas sin nombre en Cowesses es absolutamente trágica, pero no sorprendente» e instó «a todos los canadienses a apoyar a las Primeras Naciones en este momento extremadamente difícil y emotivo».
Tras el descubrimiento del mes pasado, los grupos indígenas de Canadá han pedido que se investiguen todas las antiguas escuelas residenciales del país ya que, durante décadas, miles de niños fueron apartados de sus familias, internándolos en colegios residenciales, donde debían aprender las tradiciones de los colonialistas europeos y olvidar su propia cultura. En ellos, también se ha descubierto que sufrían violencia y abusos sexuales. En 2015, una comisión de investigación demostró que muchos de los niños jamás regresaron a sus comunidades y reconoció que se había cometido un «genocidio cultural».
Unos 150.000 niños amerindios, mestizos e inuit fueron reclutados a la fuerza en estas escuelas y al menos 3.200 murieron, en su mayoría de tuberculosis, según las conclusiones de la comisión. El Proyecto Niños Perdidos ha identificado más de 4.100 menores fallecidos durante su estancia en los internados, muchos sepultados en los propios recintos escolares.