El PSOE vetará en el Congreso la rebaja del IVA a las peluquerías
▶ El Gobierno se escuda en el «no» porque la enmienda afecta «a la política de ingresos»
Incluso lo que estamos en contra de su forma de gobernar, debemos reconocer y agradecer los esfuerzos realizados por nuestro presidente para aclararnos algunos conceptos poco nítidos. Por ejemplo, ¿Quiénes son fascistas y retrógrados? Pues muy sencillo, lo son todos aquellos que hoy piensan lo que él pensaba ayer. ¿Que es ser progresista? Más fácil aún, es pensar lo que él piensa hoy. Pero no se relaje demasiado porque solo lo será mientras piense lo que piensa, porque en cuanto cambie de manera de pensar -sucede con mucha frecuencia -, esto se convertirá en fascista y si quiere seguir siendo progresista deberá cambiar con él.
Este principio general se aplica a los indultos, por supuesto, en donde no ha sentido ni siquiera la tentación de explicar su cambio radical, pero también a otros temas menores. Por ejemplo, al que nos ocupa hoy de la bajada de algunos impuestos que gravan el consumo eléctrico. Resulta que cuando gobernaba Rajoy su tratamiento fiscal se consideraba abusivo y era motivo de escándalo. Luego, cuando el actual gobierno empezó a disfrutar las mieles de la recaudación, la idea se enfrentó a la supuesta prohibición de Bruselas. La ministra de Hacienda, que tiene varios récords mundiales en emisión de palabras por minuto, nos lo explicó con una mezcla de decepción y melancolía.
¿Qué ha pasado entonces? ¿Ha conseguido María Jesús Montero ‘humanizar’ la legislación europea? No, no era necesario, porque nada, ni nadie, más allá de la mera conveniencia recaudatoria, le impedía hacerlo, como demuestra la divergencia existente entre países miembros. Entonces, ¿por qué ahora es posible, conveniente y supongo que también progresista? Por dos razones. No está muy claro cuáles son los beneficios de las reformas energéticas aplicadas por el Gobierno, pero entre ellas no se encuentra la bajada de los precios. Y esto de la subida, aparatosa, de la luz, unida al alza del precio de los carburantes, en plena época estival ha enervado a los ciudadanos, algunos de los cuales ya estaban de los nervios por culpa de los indultos, así que no convenía incrementar su disgusto. Y la segunda razón consiste en que el incremento de los precios del CO2 le va a permitir al Gobierno reducir el esfuerzo recaudatorio derivado de las medidas adoptadas.
Por cierto, ¿Se le ocurre alguna razón por la cual no se aprobó la rebaja junto a los indultos y ha exigido un Consejo extraordinario? A mí sí.
El PSOE impedirá que la rebaja del IVA a las peluquerías salga adelante en el Congreso. La portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, dejó claro ayer en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que el PSOE vetará esta medida cuando llegue a la Cámara Baja porque la forma de adopción y el contenido de la medida perjudican la capacidad gubernamental para ejercer sus competencias. «El Gobierno ejercerá su derecho a veto, entre otras cuestiones, porque es imposible y produce un desgobierno absoluto», señaló la titular de Hacienda. Para Montero, esta enmienda afecta «a la política de ingresos y, por tanto, va a la raíz de lo que es competencia exclusiva del Gobierno, que es la capacidad de promover el presupuesto».
La portavoz del Gobierno también criticó que no se presente vía enmiendas, ya que se registró «in voce» en el último momento cuando hubo que interrumpir la sesión plenaria que se estaba celebrando en esos momentos. Así, Montero confirmó que ejercerán el veto para evitar que esta situación sirva de «precedente» y respaldó la actuación planificada por el grupo socialista porque el Gobierno «tiene que garantizar que puede ejercer sus competencias y el ministerio de Hacienda tiene que garantizar que puede ejercerlas». La enmienda transaccional volverá la semana que viene al Congreso después de que el Senado acordara el miércoles una rebaja del impuesto indirecto que soportan los servicios de peluquería del 21% al 10% partir de 2022. El pacto tuvo lugar a raíz de una enmienda transaccional presentada por el Partido Popular dentro de su proyecto de ley antifraude. Ya en la Cámara Alta, la votación contó el apoyo de todos los grupos políticos a excepción del PSOE.
Los autónomos celebraron el paso adelante, que previsiblemente no será tal al final: «Es de justicia bajar el IVA al sector de peluqueria y estética y es importante que el Senado lo haya aprobado. Espero verlo pronto en el BOE», expresó el presidente de ATA, Lorenzo Amor.
El sector de peluquerías se manifestó a finales del año pasado –en plena pandemia– para exigir al Gobierno de Pedro Sánchez una rebaja del IVA desde el 21% al 10%. Aunque fue el Gobierno de Mariano Rajoy quien elevó en 2012 este impuesto indirecto a las peluquerías, el propio PSOE prometió cuando estaba en la oposición que acometería esta rebaja si llegaba al poder.
En 2017 el Partido Socialista presentó una propuesta no de ley con la bajada del impuesto y un año después siguió reivindicando esta rebaja. Al asumir la presidencia, Sánchez incumplió esta promesa: «Tuvimos apoyo del PSOE y de Unidas Podemos hasta que llegaron al Gobierno», se quejaban durante dicha protesta desde la Alianza por la bajada del IVA.