Los ‘sabios’ reclaman una gran reforma global y califican de ilógica la propuesta por fases de Escrivá
El preacuerdo en pensiones no resuelve el «gigantesco» reto de la sostenibilidad, alerta Fedea ▶
El preacuerdo en materia de pensiones que los agentes sociales y el Gobierno prevén ratificar la semana que viene tan solo despejará la «parte fácil» del trabajo, aplazando una vez más el «problema gigantesco» que supone la sostenibilidad del sistema en una sociedad cada vez más envejecida y precarizada. Esta es una de las advertencias lanzadas ayer por el subdirector de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), José Ignacio
Conde-Ruiz, uno de los mayores expertos de nuestro país en esta materia, quien también ha puesto en valor que el acuerdo garantice la suficiencia de las pensiones –o, lo que es lo mismo, que no pierdan poder adquisitivo– «quizás pone en riesgo la sostenibilidad del sistema».
Durante la presentación del estudio ‘El futuro de las pensiones en España’, de la colección de estudios de Cajamar, una sesuda radiografía de la situación del sistema en nuespro país, Conde-Ruiz clamó por un conjunto de medidas que garantice su supervivencia. «Como punto de partida, me parece bien que las pensiones no pierdan poder adquisitivo, pero una vez que se hace esto también hay que buscar un mecanismo que compense lo que va a implicar esta medida», remarcó en relación con la polémica en torno al factor de sostenibilidad. Según sus cálculos, el vínculo de las pensiones al IPC elevará el déficit estructural de la Seguridad Social entre 3 y 5 puntos del PIB, lo que se traduce entre 30.000 y 50.000 millones.
El economista no escondió su frustración por la actitud de la clase política en este sentido y se mostró convencido de que la unidad es la única salida. «Es insostenible hacer una reforma de calado sin un gran pacto por las pensiones. Ningún gobierno va a ser capaz de abordar este problema tan gigantesco que tenemos por delante. Esperamos que este gran pacto sea una realidad», dijo. Porque, en su
Porque en un sistema como el español, en el que cuantos más trabajadores haya por jubilado, más fácil es mantenerlo, una de sus patas es las personas activas. Y España se ha convertido en el país industrializado con menor tasa de natalidad. Un hecho que, explicó Conde-Ruiz, no responde a una decisión deseada, sino impuesta. Cuando se pregunta a las familias cuántos hijos tienen y cuántos desearían tener, nuestro país es uno de los que mayor diferencia se anota entre ambas cifras. «Esto evidencia que hay barreras a la natalidad. Y la principal traba para la fecundidad no sería la falta de apoyo, sino la precariedad laboral. Por ello lo primero que hay que hacer es una reforma del mercado laboral», dijo Conde-Ruiz. La otra gran pata que sustenta el sistema es, en opinión de De la Fuente, la productividad. De hecho el economista fió ayer a un «milagro de productividad» el reequilibrio del sistema, aunque, se lamentó, «no hay ningún indicio de que esto vaya a ser así». Y recordó además que muchos de los llamados gastos impropios del sistema «no tienen nada de impropio».