«Va a ser muy difícil que Iván Redondo pueda volver a trabajar en España»
«Coincide con Sánchez en que el poder está por encima de todo, y a cualquier precio» «Redondo en realidad quiso ser siempre el ‘spin doctor’ de Mariano Rajoy. Lo intentó en el año 2011. Pero no lo quisieron»
precio. Todo lo demás les da igual y no creen en la reputación. Para ambos la política es una guerra, una guerra cultural. En 2016, Sánchez es un desahuciado tras el famoso Comité Federal en el que tuvo que dejar. Redondo se ofrece ‘gratis’ a Sánchez para la campaña de las primarias y en muy poco tiempo consigue que llegue a la presidencia. Una vez instalado en el poder, el ‘modus operandi’ de Redondo junto a Pedro Sánchez es un calco de los cinco en los que fue el factótum del popular José Antonio Monago como director del Gabinete de la Presidencia de la Junta de Extremadura.
—¿Generó recelos que trabajase previamente para el Partido Popular?
—Claro, ya que uno de sus objetivos cuando estaba con Monago en Extremadura
fue destruir políticamente a Guillermo Fernández Vara. Además, en el libro cuento que Iván Redondo encabezó en el año 2009 los cobros que Luis Bárcenas consignó, por delante del entonces presidente y de la secretaria general del PP. Pero a Pedro Sánchez le dio igual. Ahora Redondo se ha convertido en una especie de primer ministro, donde los ministros funcionan como una especie de secretarios, mientras sitúa a su jefe como un Jefe de Estado bis, sin modificar una coma de la Constitución, ha cambiado radicalmente el poder gubernamental en España. —¿Cuál es la verdadera ideología de Iván Redondo? Porque en su libro parece claro que hay una ausencia clara de ella.
—Cuando Redondo trabajaba en el País Vasco o en Extremadura, se mimetizó con el PP, hasta al punto de escribir un artículo donde ponía «nosotros, el Partido Popular». Él en realidad quiso ser siempre el ‘spin doctor’ de Mariano Rajoy. Lo intentó en 2011, –el año en que Mariano Rajoy se enfrentaba a Alfredo Pérez Rubalcaba–, pero al equipo que rodeaba al gallego: Jorge Moragas, Carmen Martínez Castro y Pedro Arriola, no les gustaba. Ahí es cuando empieza a masticar una venganza que se materializa en la moción de censura de 2018. Pero la estrategia de Redondo no es única, parece que inventa todos los días, y no. Tiene la práctica esta de copiar a los norteamericanos e incluso a los mexicanos y hacer lo que es el diseño del poder en la Casa Blanca.
—Al ser una figura poco partidista ¿tiene vuelta atrás como asesor de otra formación? ¿O se ha ‘contaminado’ ya demasiado con Pedro Sánchez?
—Sánchez existe por Redondo y viceversa. Si cae uno, cae el otro. Creo que es muy difícil que el presidente del Gobierno deje escapar a este hombre, y estoy convencido que si eso se produce será por errores o presiones del PSOE y Sánchez tendrá muy difícil mantenerse en el poder. La base del poder sanchista es Iván Redondo. Dicho esto, en España creo que va a ser difícil que vuelva a trabajar. Aunque se inspira mucho en las series estadounidenses, yo lo veo como un asesor mexicano, que busca exprimir las emociones al máximo. En una reunión que mantuve con él antes de escribir este libro me dijo que quería montar, desde el poder, un gran despacho internacional, con vistas a clientes de otros países.
—¿Se equivocó el PP no contando con él cuando fue posible?
—Es posible. Porque los resultados ahí están. Una de las obsesiones de Redondo ha sido trabajar directamente con el que manda. En una conversación (Redondo) aseguró, en tono de broma, que solo le quedaba una ambición: dirigir una campaña presidencial con un candidato del centro derecha.