«Si Modric está bien, Croacia gana; si no, sufre», dice Mate Bilic a ABC sobre el líder de la rival de España
El mayor estallido de felicidad del fútbol croata se vivió hace tres años en el Mundial de Rusia, cuando su selección alcanzó la final tras superar varias rondas de forma agónica. Fue, también, el momento más amargo, pues el título acabó volando a Francia tras un choque desigual al que el equipo balcánico llegó agotado. Pese a la derrota, hubo fiesta en las calles por el subcampeonato y se agasajó como se merecía a esa generación de futbolistas liderada por Luka Modric. Después de aquello, muchas de las figuras de aquel equipo decidieron dar un paso al lado, pero el rubio centrocampista, cerca ya de los 36 años, continúa esparciendo su magia por el campo.
«Su salida habría sido la más traumática. Es el mejor jugador de todos los tiempos en Croacia», asegura a ABC Mate Bilic, exjugador del Sporting y compañero de Modric en la selección durante años. «Es el líder de ese equipo, y no es fácil ser el mejor en Croacia. Si Luka está bien, la selección juega. Pero si Luka no está, la selección sufre. Es una regla no escrita».
En esta Eurocopa aún no se ha visto al mejor Modric, pero sí ha enseñado lo suficiente como para llevar al equipo ajedrezado a los octavos de final. Apareció en el momento justo en el tercer partido de la fase de grupos para romper el empate ante Escocia y evitar la eliminación de su selección. Lo hizo con un golazo estratosférico, golpeando a la pelota con el exterior y colocándola cerca de la escuadra. Un tanto que ha dado la vuelta al mundo. «Somos muy afortunados de tenerle», admitía Dalic, su seleccionador, tras ese encuentro. Según la prensa croata, él también salvó su puesto gracias a ese gol. «Es increíble cómo se mantiene a este nivel. Todos piensan que bajará el rendimiento con la edad, pero cada vez juega mejor. Nunca se cansa. Es un orgullo que sea nuestro capitán». Modric, el más veterano de todos, es el segundo croata que más kilómetros recorre por partido, solo superado por su colega en el centro del campo, Mateo Kovacic.
Lo de que Modric mejora como el buen vino no es una frase hecha. Su salto al estrellato fue tardío, al menos para lo que se estila hoy en día. «En Croacia despuntó joven y llamó la atención de clubes muy importantes», recuerda Bilic. «Pero nadie podía imaginar que se iba a convertir en quien es hoy en día. Recuerdo que se habló mucho de su fichaje por el Barcelona. Era el nuevo Cruyff, decían. Pero le fue bien ir a la Premier. Creo que maduró mucho, aprendió en una liga muy competitiva y que le enseñó otra forma de jugar».
En el Tottenham pasó tres años con buenos números, pero sin títulos. Al final
«Ha hecho que un país pequeño que apenas interesa a nadie sea conocido por todos»
«Todos piensan que bajará el rendimiento con la edad, pero cada vez juega mejor»