ABC (Castilla y León)

Castilla y León mantendrá este curso unos 40 colegios con tres y cuatro niños

▶Tres aulas en León, Valladolid y Salmanaca no abrirán sus puertas ante la falta de alumnos o su traslado voluntario a centros de mayor tamaño «Nos cerraron de la noche a la mañana»

- CLARA NUÑO VALLADOLID

s la única comunidad española que permite mantener un aula abierta cuando sólo cuenta con tres alumnos. Sin embargo, cada año, varias escuelas rurales echan el cierre —provisiona­l o permanente— debido a la falta de niños en sus localidade­s. En este nuevo curso académico que está a punto de iniciarse y para el que la consejera de Educación, Rocío Lucas, ya adelanta una «tendencia al alza» en la escolariza­ción de la Comunidad, también se sabe ya que tres centros de pequeños pueblos de León, Valladolid y Salamanca dejarán de contar con sus aulas abiertas por falta de niños.

Según datos proporcion­ados por la propia Consejería, los centros que cuentan con tres o cuatro alumnos hace años que rondan la cuarentena. Si el curso pasado fueron 40 los que abrieron en estas condicione­s y en el curso 20192020 lo hicieron 42, para este año la previsión es que sean 43 los que empiecen con el número mínimo de alumnos, siempre con el riesgo de que la marcha de alguno de ellos suponga definitiva­mente su clausura, algo que puedo suceder incluso durante el propio curso.

Las unidades, o colegios unitarios son escuelas con un grupo reducido de alumnos en donde uno o más maestros atienden a estudiante­s de diferentes edades: desde primero de infantil hasta sexto de Primaria. Estos centros se congregan en los Colegios Rurales Agrupados (C.R.A), que cuentan con una cabecera más grande que lidera a los demás. Cuando una de estas aulas se vacía, los niños se desplazan —por norma general, aunque no siempre— a la cabecera para continuar con su educación. En esos centros se congregan estudiante­s de todos los pueblos aledaños sin colegio propio.

El cierre de las escuelas —ABC ha conversado con algunas de ellas— se debe generalmen­te a una razón concreta: la voluntad de los padres que han decidido llevarlos a colegios más grandes que cuenten con más y diversos servicios. Con la matricula actual y a falta de que termine el proceso, en estos momentos existe la previsión de que no abran sus puertas el próximo curso por falta de matrícula tres unidades: Miñambres de la Valduerna, del CRA Valle de la Valduerna (Destriana) en León; Aldealengu­a del CRA La Flecha (Cabrerizos) en

ESalamanca y Torrecilla de la Abadesa, del CRA Padre Hoyos (Torrelobat­ón) en Valladolid. «Aquí fuimos felices». Eso rezaba el cartel, pintado a mano, que se colgó en el colegio de Torrecilla de la Abadesa en marzo de este año, cuando cerró sus puertas por primera vez. Les quedaba sólo una alumna, Ángela, que tras varios meses de clase fue trasladada a Torrelobat­ón donde, el 10 de septiembre, comenzará el nuevo curso. Ángela estaba en sexto de Primaria y, probableme­nte, haya sido la última alumna del colegio de su pueblo que ya estuvo a punto de cerrar en 2018.

Distintos pueblos

«Este año en principio no tenemos orden de volver a reabrirlo», cuenta la directora del colegio del Padre Hoyos, en Torrelobat­ón, que señala que el CRA ha quedado reducido a la cabecera al ser la unidad de Torrecilla la última en bajar la persiana. «Ahora mismo contamos con 15 alumnos de distintos pueblos y es la previsión con la que esperamos empezar las clases», explica en declaracio­nes a este periódico.

Fue un viernes de diciembre. Les llegó una carta dicendo que se cerraba el colegio y al lunes siguiente se hizo efectivo. Estaban a mitad de curso y nadie les había avisado. Esa es la protesta de Armano García, tutor del colegio de Miñambres de la Valduerna. «Hubo padres que lucharon por el colegio, pero la mayoría abogó por cerrarlo y no pudimos hacer nada. Ni siquiera nos avisaron con tiempo. Si se cerraba, tendrían servicio y transporte para venir a la cabecera. De mantenerse abierto correría por su cuenta», explica el profesor para añadir que «se aboga por la conciliaci­ón pero luego tienen a los niños dos horas más en un comedor».

«No son colegios independie­ntes, eso hay que tenerlo en cuenta», señala el director del CRA La Flecha, en Cabrerizos, Francisco Javier Esteban. «El año pasado teníamos matriculad­os 7 alumnos, pero uno de ellos se va al instituto. Último día de clase en el colegio de Torrecilla de la Abadesa, 2020

Entonces quedarían 6. Pero resulta que entran niños nuevos, de 3 añitos. El problema es que muchos de ellos son hermanos de los mayores y los padres no quería un entorno familiar en la escuela», explica Martín para señalar que los ritmos, en ese caso, serían diferentes. «Los padres, al saber que no se desdobla el aula porque no son suficiente­s para que se abra otra clase, han decidido traer a los niños al colegio grande y eso ha provocado el vaciado de la unidad de Aldealengu­a», señala para subrayar que esa pequeña escuela podría abrirse de nuevo en el caso de haber familias que lo solicitase­n. «Es importante señalar que la escuela es un derecho y si, de repente, a mitad de curso, llegan una o dos familias y hay tres o más niños para abrir el colegio, éste debe abrirse. Sea la fecha que sea», recalca Martín. Todas podrían reabrir si volviera a haber alumnos, pero es muy difícil. Los cierres provisiona­les suelen ser definitivo­s.

«¿Cómo pretenden que se fije población en el núcleo rural si cierran las escuelas?», protesta el procurador socialista en las Cortes , Fernando de Pablos para subrayar que «este curso, en colegios con más niños y niñas habrá menos profesores y eso no permite dar una idea de que se apuesta por una educación pública de calidad en el medio rural, y sin servicios de calidad. Así es muy complicado dar servicio a la población en el medio rural».

Reunión del Consejo Regional Agrario en el marco de la Feria Salamaq en aras de conseguir una PAC más favorable para el conjunto de los agricultor­es y ganaderos, pero sobre todo para los profesiona­les», indicó.

En el Consejo Agrario también se adoptó un acuerdo por el que se permitirá a los ganaderos afectados por los incendios no intenciona­dos que no vean comprometi­do ni el curso de los pastos ni la posibilida­d de utilizar los recursos que permita la PAC, una vez que se haya producido la correspond­iente regeneraci­ón. Además, se aprobó que desde la Junta de Castilla y León se estudie la posible modificaci­ón de la Ley de Montes con las distintas alternativ­as que permitan flexibiliz­ar la aplicación de la misma en los supuestos en que ese produzcan incendios con carácter no intenciona­dos o fortuitos.

337 toneladas

En este sentido, el consejero dio cuenta en la reunión de las actuacione­s derivadas del incendio de Navalacruz (Ávila), con más de 337 toneladas suministra­das de alimentos para los ganaderos afectados en dicha zona, además de 39 abrevadero­s establecid­os a petición de los ayuntamien­tos, que permiten suministra­r a diario más de 50.000 litros de agua, informa Ical.

El presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, también valoró el Consejo Agrario Regional, que acogió «un debate interesant­e en pro de los intereses de las personas de las OPAs». Asimismo, se mostró satisfecho de que Salamaq acogiera un año más la celebració­n de la reunión y tuvo el compromiso del consejero de hacerlo también en sucesivas ediciones. Sobre el desarrollo de la Feria, Iglesias se mostró «satisfecho y orgulloso» porque se está «erigiendo como el baluarte de defensa de los intereses de agricultor­es y ganaderos».

Tanto el consejero de Agricultur­a como el presidente de la Diputación aprovechar­on la ocasión para dedicar unas palabras a Aurelio Pérez, que dejó su puesto como secretario de COAG Castilla y León recienteme­nte. «Los salmantino­s tenemos que agradecerl­e mucho», aeseguró Iglesias.

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