Todos tontos cueste lo que cueste
GARCÍA REYES Copiar ya no será un fraude porque de todas formas no vas a aprender nada
COPIAR de la Wikipedia es la gran innovación educativa del Gobierno chiripitifláutico. La memoria es un vestigio franquista de la Enciclopedia Álvarez. El futuro está en la comprensión transversal con perspectiva de género que desarrolla las capacidades socioafectivas del alumno para su integración en un ecosistema interdisciplinar de economía circular e intermodalidad verde, pansexual e inclusiva que agiliza la adaptación a la Estrategia Nacional de Largo Plazo 2050 con resiliencia, diálogo multiactor, transdiscursividad, un escenario de convergencia y digitalización sostenible. La digitalización es el nuevo vellocino de oro. La nueva transición consiste en arrear a la manada desde los libros a internet, la cuadra de los magnates del pensamiento único. Las redes sociales administran la libertad de expresión sin jueces, Google ha sustituido la lógica por un algoritmo indescifrable que le permite controlar todas las voluntades y Wikipedia es una fuente de información manipulada. En esta enciclopedia puede intervenir con la misma repercusión un burro que una eminencia. Basta con ojear cualquier entrada relacionada con la historia para detectar la invasión del ejército rojo. Por lo tanto, para este Gobierno ‘friendly’, internet es el paraíso.
La ‘ley Castells’ es una carga de nitroglicerina en los pilares de la Educación. Destruye todos los valores. Su objetivo es que los lechazos se convenzan de que el conocimiento está en sus abrevaderos y no llenen la mente con datos que se pueden consultar a golpe de clic. Decía Pessoa que el hombre sabe menos que los otros animales porque ellos saben lo que necesitan saber y nosotros no. Castells sabe lo que el Gobierno necesita. Copia como Pedro Sánchez su tesis doctoral. Sin miedo, sin repercusiones. El fraude no te hará perder la beca porque qué más da cómo hayas conseguido el título de títere. Los ricos serán tontos con su dinero y los pobres lo serán con el de todos. Tontos pariguales cueste lo que cueste. Así que cuando hagas la declaración de la renta, recuerda que estás pagando la celda de tu hijo y la del timador de la litera de arriba.