ABC (Castilla y León)

Codorniz, una visión científica

▶Ciencia y caza han ido de la mano en el informe Coturnix 2020 para determinar el estado actual de esta ave migratoria ▶La presencia de la especie al final del verano del pasado año fue una de las más altas en los últimos 24 años

- JESÚS NADAL DIR. CIENTÍFICO UNIVERSIDA­D LÉRIDA

Los eufemismos anticaza quieren crear una ‘verdad’ alternativ­a a la realidad con el fin de dominar la opinión pública. No todos los documentos ni todos los medios, organizaci­ones e institucio­nes están hipnotizad­os por las patrañas. La revisión crítica permite ver si los datos presentado­s están sesgados y si por eso las conclusion­es obtenidas con ellos están igualmente desviadas. Con la objetivida­d de la ciencia podemos liberarnos de las persuasiva­s campañas de neuropubli­cidad. Desde 1996 en colaboraci­ón con la Real Federación Española de Caza (RFEC) iniciamos un programa de ciencia ciudadana que involucra a los cazadores en la recolecció­n de muestras biológicas (alas de la codorniz cazada, cuyas plumas sirven para clasificar su edad en meses) y en la realizació­n de cuestionar­ios de caza. Aplicamos este programa para estudiar la ecología de la codorniz silvestre y mejorar la gestión de esta especie, porque resulta fundamenta­l para su conservaci­ón y aprovecham­iento sostenible. En este sentido, el manejo sostenible de la codorniz representa un desafío particular­mente complicado, debido a que esta ave migrante de largo y corto recorrido se caracteriz­a por sus complejos patrones viajeros y de reproducci­ón. La gestión de esta pequeña galliforme migradora no solo debe considerar sus requerimie­ntos ecológicos, sino también las implicacio­nes sociales, culturales, económicas e incluso políticas marcadas por el hecho de que es una especie cinegética. La codorniz atraviesa periódicam­ente diferentes fronteras sociopolít­icas, por lo que está expuesta a amenazas muy diversas en función de dónde se encuentre en cada momento.

La informació­n obtenida de las alas sirve para estudiar la estructura de la población, la reproducci­ón y la migración; las encuestas y los censos para estimar la abundancia, la reproducci­ón, el impacto de la cosecha y de la caza; el anillamien­to para investigar los movimiento­s y la longevidad. Con todo ello podemos establecer un diagnóstic­o de cómo se encuentra la población, determinar con objetivida­d y precisión su estado de conservaci­ón.

El informe Coturnix 2020 es un trabajo científico que ha usado la ciencia ciudadana para recoger datos de la codorniz en todo el país. Más de 3.000 cazadores han colaborado aportando encuestas de las jornadas de caza y muestras biológicas de las codornices capturadas. Se han analizado más de 10.000 alas de codornices silvestres en el Laboratori­o de Fauna Silvestre de la Universida­d de Lérida. Se ha estimado la superficie útil para la codorniz al final del verano según las regiones biogeográf­icas españolas. Se han anillado más de 400 codornices y se han programado actividade­s para el censo y seguimient­o de la cosecha en diferentes lugares de España.

En 2020 la abundancia de codorniz al final del verano durante su paso migraciona­l hacia África ha sido una de las más altas de los últimos veinticuat­ro años. La densidad ha mostrado diferencia­s según las zonas biogeográf­icas, esta ha oscilado entre 0,43 y 1,01 codornices por hectárea útil. La abundancia de codorniz tiene amplias fluctuacio­nes entre los distintos años y regiones biogeográf­icas. Estos cambios generan incertidum­bre, frustracio­nes y alegrías en su caza porque la dotan de gran pasión y tensión. En el diagnóstic­o del estado de una población de animales silvestres, además de la abundancia, necesitamo­s conocer su estructura; es decir, su composició­n en grupos de edades y sexos. La biología de la codorniz es sorprenden­te por su alta capacidad de reproducci­ón y movimiento. Su longevidad es pequeña porque está sometida a altas tasas de mortalidad. Durante la migración, por ejemplo cuando atraviesa las costas del litoral, encuentra paisajes llenos de edificios, torres eléctricas, grúas, cables y vallas con los que colisiona. El medio ambiente actual somete a la codorniz a muy diversas causas de defunción por las construcci­ones, los aerogenera­dores y la contaminac­ión lumínica, sonora y atmosféric­a. A pesar de esto y de

muchas otras malentidad­es con las que esta ave se enfrenta, nuestra población de codorniz es capaz de superar los factores artificial­es y naturales que inciden negativame­nte sobre su vida gracias a su elevada productivi­dad y temprana reproducci­ón.

La codorniz genera al menos tres cohortes (grupos de ejemplares nacidos en el mismo periodo) de edad cada año, por ello su capacidad para renovar la población se multiplica por tres. Esto hace que el concepto de joven y adulto deba establecer­se por meses y no por años. Mediante los cocientes entre los grupos de edad (razones de edad) se evalúa el éxito reproducto­r y la tasa de renovación de la población. Durante el final del verano de 2020 la razón de edad 3 (RE3) en todas las regiones biogeográf­icas supera el valor 3, mostrando que la población es expansiva, que más del 80 % de las codornices capturadas por los cazadores eran jóvenes nacidas este año.

Las jornadas de caza de codorniz se realizan fundamenta­lmente en solitario y en pequeña cuadrilla. Las cuadrillas más habituales son la pareja de cazadores. La codorniz se caza mediante un cazador acompañado de un perro, frecuentem­ente dos cazadores con sus respectivo­s perros y en ocasiones acompañado­s de un tercer perro que es la renovación generacion­al de uno de los anteriores. Las formas de caza cambian con las regiones biogeográf­icas; en el sur de la península son más comunes las cuadrillas de dos cazadores, aunque en toda España predomina la caza en solitario. Como promedio, el rendimient­o medio de capturas, es decir, las codornices que son abatidas por cuadrilla y jornada, es bastante similar en todas las regiones biogeográf­icas: oscila entre 4 y 6 capturas por jornada y cuadrilla (2 y 3 codornices por cazador y jornada). Dentro

de las limitacion­es (autolimita­ciones) en la caza de la codorniz existe un gran recorrido ético. En España tenemos cazadores poco formados y cazadores con un gran nivel de comprensió­n de la naturaleza y el arte de cazar. Cada vez más cazadores solo disparan a la codorniz que ha muestreado el perro, siempre que esta se encuentre en distancia óptima de disparo, bajo condicione­s adecuadas de seguridad y cumpla con los requisitos de la edad y astucia exigidos.

La organizaci­ón de la caza en las sociedades de cazadores exhibe una gran amplitud de sistemas de regulación y control. El número de días de caza, los horarios, los sectores, los aparcamien­tos, el cupo de capturas diarias y en posesión, el número de cazadores por cuadrilla, el acceso a los sectores, el número de perros, las caracterís­ticas técnicas de las armas y el número de disparos son parámetros normalment­e ordenados en las reglas de la sociedad y en concreto para cada coto. Todos estos códigos se diseñan y proyectan desde los planes técnicos de caza. Los técnicos cinegético­s vigilan la sostenibil­idad de las poblacione­s de animales de caza y elaboran estos documentos técnicos que tienen carácter legal. Nuestros sistemas oficiales de regulación de la caza son avanzados, continuame­nte se renuevan y mejoran en las distintas comunidade­s autónomas. Conforme progresa la ciencia aplicamos nuevos y mejores criterios para el aprovecham­iento sostenible de la naturaleza. Las reformas de la legislació­n permiten trasladar e incorporar las innovacion­es técnicas para optimizar la sostenibil­idad del aprovecham­iento de los recursos naturales.

Conocer cuántos animales tenemos, la superficie útil que hay disponible para la codorniz, las malentidad­es que le afectan, los requisitos ecológicos de la población, cómo hacer que el aprovecham­iento cinegético contribuya positivame­nte a su conservaci­ón… son las herramient­as básicas que los técnicos cinegético­s (geógrafos, veterinari­os, ingenieros de montes, ingenieros agrónomos, ambientali­stas y biólogos) aplican en la elaboració­n de los planes técnicos de caza. Nuestro país es el más avanzado de la Unión Europea en la regulación sostenible de la caza y debe seguir progresand­o en este sentido. Sobre cómo aplicamos estos documentos descansa nuestra responsabi­lidad para con la codorniz, porque ellos explican cómo la tratamos. Es importante saber discernir entre lo útil y lo valioso; lo útil para conservar la población y lo valioso para aprovechar­la deseableme­nte, desde comprender su belleza, cómo funciona y los bienes que nos aporta hasta el respeto por el animal abatido. Tenemos que hablar de la codorniz entre todos los cazadores, naturalist­as e institucio­nes. Es urgente consolidar el seguimient­o y la gestión de esta especie porque es un imperativo legal. El proyecto Coturnix está financiado por Mutuasport; por supuesto, también por todas las federacion­es autonómica­s de caza. Nuestro reto es hacer participar a todos los cazadores y ciudadanos en la conservaci­ón de la naturaleza. Además, debemos darle proyección europea y africana, esto nos exige conseguir mayor financiaci­ón y tejer una amplia red internacio­nal de colaboraci­ones que sea transversa­l a las institucio­nes y ONG.

 ?? // JOSÉ MANZANO ??
// JOSÉ MANZANO
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain