El acoso sexual a menores en la red se dispara un 55% pese a la infradenuncia
Niños, inmaduros y así vulnerables, «obligados» a estar «permanentemente» conectados a la red. Padres que no pueden prestar atención a la pantalla del menor preocupados por lo sanitario más que por la pantalla del menor. Adultos ociosos que matan el tiempo en la red y entre ellos, «auténticos depredadores». Es el cóctel que define la memoria de la Fiscalía General del Estado
para alertar del «preocupante» incremento de los delitos de acoso sexual a menores en internet que, pese a estar infradenunciados, subieron el año pasado un 55%. Es de hecho, uno de los pocos asuntos que experimentó un incremento pese al parón judicial en los primeros meses de la pandemia y la subida es del 175% en comparación con 2018. Y eso que, según la
Fiscalía, en este ámbito «existe una cifra oculta de criminalidad», como ocurre con la pornografía infantil. Sobre el papel se mantiene estable, pero «los datos no parecen responder a la evolución real» ya que cada día tras el estado de alarma se incrementaron un 449% las alertas que recibía la Guardia Civil sobre explotación de menores en la red procedentes de un centro internacional de monitorización en Estados Unidos. Esos avisos escalaron un 730% en el confinamiento duro.
En general, los datos arrojan la consolidación de la tendencia al alza que vienen experimentando los ciberdelitos: En 2020 se incoaron 6.914 asuntos, un 28,69% más que en el año anterior y aunque la cuarta parte lo son contra bienes jurídicos personalísimos –la mayoría contra el patrimonio y por estafa–, las amenazas crecieron un 30% y el acoso, un 10%. El 8,5 por ciento de estos delitos online son contra la libertad sexual de niños y adolescentes, un 18,45% más que en 2019, es dentro de este grupo donde se han desbocado los asuntos sobre ‘grooming’.
Al final, «pese a la ralentización de la tramitación procesal por la pandemia», los fiscales presentaron el año pasado 3.207 escritos de acusación por ciberdelitos, un 12,64% más que en 2019, de los que el grupo más amplio lo fueron por estafa (45,62%), seguido de delitos contra la libertad sexual online (15,93%) amenazas y coacciones (12,13%), de pornografía infantil (8,98%) y de revelación de secretos (6,17%).