Los talibanes logran el control total de Afganistán
▶Se apoderan del valle del Panshir, el último bastión de la resistencia, aunque su líder llama a la sublevación Hombres y mujeres, separados en clase por una cortina
Nada se resiste al rodillo talibán en Afganistán, ni siquiera el mítico Panshir, el valle de los ‘cinco leones’ que no pudieron conquistar ni el Ejército Rojo, ni los propios islamistas en los noventa. Tras varios días de negociaciones y de escaramuzas, llegó la gran operación talibán que acabó con la resistencia del Frente de Resistencia Nacional (FRN) y el portavoz islamista, Zabihullah Mujahid, proclamó: «Hemos capturado el
Panshir. Con esta victoria, nuestro país sale por completo de la ciénaga de la guerra. La gente vivirá ahora en libertad, paz y prosperidad». Esta victoria otorga al nuevo régimen el control de todo el territorio afgano, algo que los islamistas no lograron durante su primer mandato entre los años 1996 y 2001.
El anuncio talibán, acompañado de todo tipo de fotografías y vídeos de los combatientes izando la bandera del ‘emirato’ en la capital del Panshir, recibió la respuesta en las redes sociales de Ahmed Masud, hijo del mítico comandante muyahidín Ahmed Sha Masud, asesinado pocos días antes de los atentados del 11-S.
El joven Masud lidera el movimiento de resistencia y en un mensaje de audio difundido a través de las redes sociales llamó a «levantarse por la dignidad, la libertad y la prosperidad» de Afganistán. En este mensaje aseguró encontrarse a salvo, en un lugar seguro que no reveló.
El FNR aseguró que mantiene «posiciones estratégicas» en la zona y se mostró dispuesto a «continuar» con su lucha frente al ‘emirato’; el problema es que a diferencia de lo que ocurría en el pasado, cuando el Panshir era el gran aliado de Estados Unidos, esta vez no recibe apoyo del exterior y así es imposible hacer frente al poderío talibán.
El mensaje de Masud molestó al portavoz talibán Mujahid, quien aseguró que intentaron resolver las diferencias por medio del diálogo y advirtió de que «el ‘emirato’ islámico es muy sensible ante las insurgencias. Cualquiera que intente iniciar una insurgencia será atacado con firmeza. No permitiremos otra».
Se apaga la leyenda
Los talibanes informaron que tanto Masud, como el exvicepresidente del país, Amrullah Saleh, habrían escapado al vecino Tayikistán. A todos los hombres que se sumaron a las filas del FNR y al resto de exsoldados del Ejército Nacional, los islamistas les pidieron que se alisten en la nueva fuerza del ‘emirato’.
Esta pequeña provincia montañosa al norte de Kabul, blindada por la muralla natural del Hindu Kush, se había mostrado inexpugnable en el
Entre los combates y la diplomacia, la vida de los afganos sigue adelante y arrancó el curso en las universidades. La nueva legislación implantada por los talibanes acaba con las clases mixtas y a partir de ahora hombres y mujeres podrán estar en la misma aula, pero separados por una cortina.
El portavoz islamista, Mujahid, insistió en que «las mujeres son una parte importante de nuestra sociedad» y afirmó que se respetarán los derechos de las mujeres conforme a la ‘sharia’ o ley islámica.
pasado y allí se forjó toda una leyenda en torno a su resistencia. Frente a la etnia pastún, mayoritaria entre los talibanes, este es el bastión de los tayikos, la segunda etnia más importante del país, hablan dari (dialecto del persa), y se erigen como una alternativa de carácter integrador y más aperturista que los pastunes.
En una reciente entrevista con este medio el escritor afgano Natiq Malikzada recordaba que «Kachkan es la tierra en la que no puedo entrar Alejandro Magno y Kachkan es el primer nombre de Panshir, Genghis Khan también sufrió para poder entrar… la