Primera vez sin visitas
«Las Tablas de Daimiel no son ya un destino turístico porque la vegetación está invadiendo zonas que antes estaban llenas de agua»
ción de la reforma del colegio San Isidro para expresar el malestar de su pueblo. «Las Tablas son un potencial de naturaleza, turístico y económico para Daimiel, para la provincia y para Castilla-La Mancha. Sé que es una demanda que conoce y lo debemos intentar entre todos», trasladó el regidor daimileño al presidente castellanomanchego, a quien pidió una «solución de sostenibilidad» para el parque.
García-Page recogió el guante lanzado por el alcalde y se comprometió a tomar cartas en el asunto. «No podemos dejar en herencia este problema a las siguientes generaciones y más cuando la naturaleza ya no nos va a dar más avisos», manifestó el presidente autonómico, que pidió la ayuda de todos los colectivos y partidos para defender una posición conjunta en materia de agua tanto en Castilla-La Mancha como a nivel nacional, en clara referencia a los trasvases hídricos.
De hecho, es una de las posibles medidas de urgencia que se barajan para paliar el problema que acucia a las Tablas de Daimiel: un trasvase desde la cabecera del río Tajo. Una solución que no es nueva, ya que se aprobó una derivación de agua en 1988 y otro a finales de 2009 debido a los incendios de las turbas sumados a la desecación. Sin embargo, de los 20 hectómetros cúbicos aprobados solo fueron necesarios poco más de tres porque a principios de 2010, al coincidir con abundantes lluvias, se llenó la totalidad de la superficie inundable.
¿Trasvase o pozos?
El director de la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha, José Manuel Martín Aparicio, habla a ABC de las posibles medidas a adoptar y asegura que el Ejecutivo autonómico –de quien depende este organismo– está trabajando de la mano del Gobierno de España
para solucionar el problema. La otra opción a la que se refiere es la utilización de los pozos de emergencia, donde hay una reserva de diez hectómetros cúbicos, algo que ya ha funcionado anteriormente. A su juicio, esta última es la «opción más rápida y más válida» para la recuperación de las Tablas de Daimiel. Desde la Agencia del Agua siguen trabajando «insistentemente» para que se ponga en marcha la llamada tubería manchega, que Martín Aparicio dice que «va a ayudar a mejorar el abastecimiento de agua en municipios de las provincias de Ciudad Real, Cuenca y Albacete». Pero, subraya, «servirá además para aliviar la presión del acuífero y redundará en una mejora a largo plazo de las Tablas de Daimiel».
Otro de los actores implicados son los agricultores de las tierras que rodean al parque, a quienes en muchos casos se acusa de la sobreexplotación de los acuíferos, aunque ellos mismos se quejan a su vez del uso del agua de los pozos de emergencia destinados a las Tablas de Daimiel. Un agua que, sin embargo, llega en abundancia, como se puede comprobar en las proximidades, para regar grandes superficies de viñedo, olivar y otros cultivos.
Mientras tanto, desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, del que depende la gestión del parque nacional, dan la callada por respuesta. El departamento dirigido por Teresa Ribera, en plena crisis del elevado precio de la luz y que cada mes sigue aprobando trasvases de agua desde la cabecera del Tajo al Levante, no ha querido atender a este diario sobre este asunto. Habrá que esperar para saber cuál es su postura acerca del futuro de este humedal único, que sigue agonizando a la espera de una solución.
La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, se comprometió a impulsar la recuperación de las zonas húmedas, «esenciales para la vida humana». España se marca como objetivo alcanzar la recuperación de 20.000 hectáreas de humedales en 2030, que complementarán las 18.000 ya restauradas en las últimas décadas, según la vicepresidenta.
Las Tablas vienen recibiendo de media 150.000 visitantes por año. En sus mejores momentos, hace 20 años, alcanzó los 400.000. Los alcaldes y negocios de la zona se ven perjudicados por la falta de turistas y visitantes. Por eso, piden actuaciones inmediatas a las administraciones.
Es la primera vez en la historia que Ecodestinos, una de las empresas más arraigadas en la zona interrumpe estas visitas por falta de agua y fauna.
Declarado Parque Nacional en el año 1973 y catalogado como reserva de la biosfera desde 1981. El Parque se nutre de aguas subterráneas, especialmente de que se inunden los Ojos del Guadiana, que desde 2010 no han vuelto a manar.