El líder del PP incluye a Almeida en la carrera por Madrid junto a Ayuso
▶ El alcalde tomará una decisión más adelante: «El debate no está zanjado»
de este Gobierno, como fue la concesión de los indultos a los condenados por el golpe a la legalidad en Cataluña en 2017. La promesa de Casado en este caso es aprobar una reforma para prohibir los indultos cuando las condenas sean por sedición o rebelión.
Frente a la posibilidad de que los independentistas ‘lo vuelvan a hacer’, como se jactan una y otra vez ante el propio Pedro Sánchez, el PP ha prometido que tipificará la convocatoria de un referéndum ilegal. Se trata de una propuesta que ya ha llevado al Congreso de los Diputados esta legislatura, y que ha sido rechazada, pero no ha desaparecido del programa de Casado, que sigue dispuesto a aprobarla.
En el terreno de la Justicia, el PP prepara otra enmienda a la totalidad de las políticas sanchistas. Si Sánchez no acepta ahora que los jueces elijan a los jueces en el Consejo General del Poder Judicial, Casado tendrá la reforma lista para aprobarla desde el poder. Además, el PP rectificará una de las decisiones más polémicas de Sánchez, al colocar a su exministra de Justicia como fiscal general del Estado, con una reforma para imponer la despolitización de la Justicia.
La imagen no pudo ser más simbólica en el desayuno informativo que protagonizó ayer Pablo Casado. En el acto organizado por Nueva Economía Fórum, el líder del PP se sentó entre Isabel Díaz Ayuso y José Luis MartínezAlmeida, en pleno debate interno sobre quién debe ser el próximo presidente del Partido Popular en Madrid. La guerra, sostienen muchos en el PP, está abierta, pero todos coinciden en que la decisión final recaerá sobre Casado, quien quiere mediar y buscar el consenso a toda costa. Nada peor para su objetivo de llegar a La Moncloa que dejar abierta una grieta interna nada menos que en Madrid.
En el turno de preguntas del desayuno informativo, se le preguntó a Casado a quién votará él en el congreso del PP de Madrid: a Ayuso o a Almeida. Y también se le inquirió si considera que la presidenta de la Comunidad de Madrid es la mejor indicada para liderar el partido regional, dirigido por una gestora desde que en 2018 Cristina Cifuentes renunció al puesto.
Casado evitó apoyar de forma expresa a Ayuso, quien la semana pasada anunció su decisión de presentar su candidatura, a pesar de que el congreso ni siquiera está convocado. De hecho, no está previsto que se celebre hasta mayo o junio de 2022, poco antes del congreso nacional.
El líder del PP mencionó a los pesos pesados del partido en Madrid, donde incluyó, además de la presidenta de la Comunidad, a José Luis Martínez-Almeida, a Pío García-Escudero, presidente de la gestora, y a Ana Camins, actual secretaria general.
«Es un partido que me conozco de punta a punta», subrayó Casado, quien recordó que nunca ha opinado sobre esas cuestiones internas. Sí señaló que hay un calendario aprobado por la Junta Directiva Nacional, que establece que el congreso en Madrid se celebrará en el primer semestre de 2022. Fuentes populares lo sitúan «muy al final» del semestre. Será entonces, dijo Casado, cuando los militantes decidan quién debe presidir el partido.
El modelo «funciona»
Eso sí, remarcó que en la sala había en ese momento «dos militantes muy cualificados, que van a tener mucho peso en esa decisión», en referencia a Ayuso y a Almeida. El alcalde siempre ha defendido una tercera vía para el PP de Madrid, de tal manera que la presidencia no recaiga en él ni en la presidenta autonómica, sino en una persona alternativa, como ocurre en la actualidad. Precisamente, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, subrayó en ABC que el modelo actual funciona «muy bien», lo que puede interpretarse como un apoyo explícito a mantener el statuo quo. García Egea también situó a Ayuso y Almeida en el mismo nivel al subrayar que en Madrid había «dos líderes fuertes».
El debate está más abierto que nunca, a pesar de la decisión de Ayuso de anunciar su candidatura, en pleno auge de popularidad tras ganar en las elecciones del 4 de mayo en Madrid. En una conversación con periodistas, el alcalde insistió en que no toca hablar de este asunto hasta que se convoque el congreso, «y aún quedan unos nueve meses». Cuando se convoque, entonces él tomará una decisión. «El debate no está zanjado», aseguró.
La decisión del alcalde no será, previsiblemente, sobre su propia candidatura, algo que no ha defendido en ningún momento, sino sobre la necesidad de que se imponga la ‘tercera vía’. Fuentes próximas a Casado se han mostrado partidarias de mantener el equilibrio entre dos instituciones fuertes, como son la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid, una situación que no se da en ninguna otra región. Y eso mismo justificaría la excepción en Madrid para que la presidencia recaiga en otra persona diferente.
Todos saben en el PP que, a estas alturas y pase lo que pase, habrá un ganador y un perdedor, pues cualquier decisión que tome Casado, por mucho que la vista de consenso, significará la derrota de uno de los dos líderes.