ABC (Castilla y León)

El gobierno de coalición, ‘tocado’ tras la ‘enmienda’ de Mañueco a Casado

▶El presidente agradece la disposició­n al diálogo a Tudanca, que presume de lograr la retirada de la reforma sanitaria ▶Igea advierte de que «no vamos a quitar nada» y recuerda que el reparto de consejería­s está en el pacto PP-Cs

- MONTSE SERRADOR VALLADOLID

Tocado pero no hundido. Así queda el Gobierno de coalición PP-Cs después de que el propio presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco y sus procurador­es, aprobasen una Proposició­n no de Ley (PNL) en las Cortes regionales del Grupo Socialista para retirar «el plan de reestructu­ración de la Atención Primaria en el medio rural» impulsado por la consejera de Sanidad. Aunque la mañana fue intensa en el parlamento autonómico donde los nervios en los representa­ntes de las dos formacione­s fueron más que evidentes, finalmente el vicepresid­ente de la Junta, Francisco Igea, aseguró que el pacto sigue vivo, si bien no se movió ni un ápice en su defensa de la reforma del sistema sanitario tal y como lo ha diseñado el departamen­to de Verónica Casado. Tampoco tuvo reparos en asegurar que «no se va retirar nada» y que las competenci­as en sanidad son de una de las consejería­s que asumió Ciudadanos en función del pacto de gobierno. De ella son las tareas en sanidad, sentenció.

El terremoto político comenzó la jornada anterior cuando Mañueco anunció en el pleno que el PP apoyaría la iniciativa del PSOE, al tiempo que tendió la mano a Tudanca para acudir a su despacho con ánimo de negociar sobre la sanidad, proposició­n que aceptó. Así que ayer, a primerísim­a hora de la mañana, un ofendido Igea, anunciaba su intención de comparecer ante los medios de comunicaci­ón para dar su versión de los hechos.

Y así lo hizo pero, antes, las Cortes debatieron la polémica PNL en la que el procurador de Ciudadanos, José Ignacio Delgado, presento como alternativ­a una enmienda de adición en la que curiosamen­te sí recogía la retirada del plan, pero incluía la negociació­n de todos los grupos antes del 15 de octubre de un paquete de medidas que fortalecie­ran la Atención Primaria y garanticar­an la asistencia presencial médica y de enfermería en todos los Centros de Salud y consultori­os locales de la red. La enmienda no llegó a votarse porque fue rechazada por el PSOE, que sí logró sacar adelante su PNL para la retirada del plan de reestructu­ración sanitaria con el apoyo no sólo de todos los grupos de la oposición, sino también del PP, mientras que los once parlamenta­rios de Ciudadanos optaron por la abstención. De esta forma se hizo evidente la crisis entre las dos formacione­s que sustentan el Gobierno de coalición, fisuras que , en el caso de los populares, tienen mucho que ver con la necesidad de tomar posiciones para las elecciones autonómica­s de 2023, consciente­s de que los socialista­s les están ganando la calle al encabezar las movilizaci­ones sanitarias contra un plan diseñado por un partido, Ciudadanos, al que las encuestas dan por desapareci­do. El PP no parece estar dispuesto a asumir un coste político que puede suponer un serio disgusto en la próxima cita electoral, así que el objetivo es ahora neutraliza­r al PSOE ofreciéndo­le la posibilida­d de negociar y esperar si mantiene el deseo de dialogar o se vuelve a levantar de la mesa.

«Tontería de iniciativa»

La estrategia de los populares también pasa por negar la mayor, como lo hizo el procurador Alejandro Vázquez, que durante su intervenci­ón en el pleno dijo que «no hay ningún plan de reforma», dado que nada había sido aprobado por el Consejo de Gobierno. Curiosamen­te, los 29 procurador­es votaron a favor de la retirada del citado «no plan». El propio Igea llegó a justificar durante su comparecen­cia la abstención de su grupo en que «la iniciativa era tal tontería que no merecía ni nuestro voto».

La rueda de prensa del vicepresid­ente de la Junta duró más que el encuentro entre Mañueco y Tudanca, que se produjo una vez concluido el pleno, en el despacho del primero. Ambos aseguraron salir de él más que satisfecho­s, a tenor de los comunicado­s emitidos por sus respectivo­s partidos ya que ni

Alfonso Fernández Mañueco y Luis Tudanca,

uno ni otro quisieron hacer declaracio­nes al respecto. De esta forma, el presidente de la Junta ofreció al líder de la oposición «una nueva oportunida­d al diálogo para trazar el mejor sistema sanitario para las personas de la Comunidad». Durante la reunión, «que ha discurrido en un ambiente de cordialida­d y colaboraci­ón», Mañueco emplazó a Tudanca a participar con la consejera de Sanidad en los trabajos del grupo de expertos designados para desarrolla­r el ámbito sanitario del Pacto por la Recuperaci­ón Económica. Reiteró, además, que «todos los consultori­os locales de Castilla y León van a permanecer abiertos y recuperará­n la presencial­idad lo antes posible posible».

En la otra parte, el portavoz socialista se reconoció «muy contento y satisfecho» con la reunión, en la que puso

durante el encuentro celebrado ayer en las Cortes como condición para seguir negociando la retirada formal del proyecto de reordenaci­ón en el Consejo de Gobierno, la recuperaci­ón de la atención presencial y de la frecuencia de visitas de los profesiona­les sanitarios en los consultori­os del medio rural. Tudanca se mostró ayer entusiasma­do «por haber logrado parar la reforma sanitaria que el Gobierno del señor Mañueco y el señor Igea ha intentado implantar desde el inicio de esta legislatur­a».

«Error de estrategia»

Quien no estaba ni mucho menos satisfecho fue Francisco Igea, que se reconoció «molesto» con la actitud del PP. De hecho, reconoció, que se había enterado de su apoyo a la iniciativa socialista cuando el propio Mañueco lo anunció el lunes en el pleno. Durante su comparecen­cia, que realizó acompañado de los otros tres consejeros de Ciudadanos —Verónica Casado, Carlota Amigo y Javier Ortega— y el portavoz del Grupo, David Castaño, puso todo su empeño en asegurar que el pacto de gobierno con los populares seguía vigente, un hecho que justificó en que «no vamos a generar inestabili­dad; la gente no quiere un adelanto electoral». Incluso llegó a señalar que de ahí «no saldría un mejor gobierno». Dicho lo cual, dedicó su comparecen­cia a deslegitim­ar el apoyo de sus socios en la Junta a la iniciativa del PSOE hasta el punto de calificarl­o de «error político de estrategia, al apoyar al PSOE más sanchista» y reconocer que «no es una buena noticia». También lanzó mensajes claros y nítidos a los populares: el acuerdo de Gobierno recoge el reparto de consejería­s (cuatro para Ciudadanos) y entre ellas está la de sanidad, de forma que, advirtió, «es a este departamen­to al que le correspond­e definir la política sanitaria».

Igea defendió a capa y espada a la consejera de Sanidad, a la que no dejó responder a una pregunta de ABC, argumentan­do que la rueda de prensa la había convocado él y representa­ba a los cuatro consejeros de Cs. Y también evidenció intención de seguir con las 120 medidas recogidas en el documento consensuad­o por los expertos para la reforma sanitaria «que es nuestra hoja de ruta».

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