Las islas se recomponen y lideran el aceleron del sector inmobiliario
El derrumbe del turismo extranjero producido en 2020 en regiones como Baleares y Canarias lastró al sector residencial en estas regiones. Pero a lo largo de 2021 la tendencia se ha invertido. Y ahora son las islas las que viven los incrementos de precios más acusados.
En el segundo trimestre, Melilla y Canarias lideraron la subida de la vivienda, con alzas del 6,7% y un 6,4%, respectivamente, en tasa interanual. Les siguieron Baleares (+5,7%),
Cantabria (+5,3%), Murcia (+4,4%) y Comunidad Valenciana (+4,3%).
Por contra, donde menos aumentaron los precios en tasa interanual fue en Extremadura (+1,7%) y Madrid, donde el precio de la vivienda libre se incrementó un 1,9% en relación al segundo trimestre de 2020. La capital, que antes de la crisis se erigía como el motor del mercado junto a Barcelona, ha quedado relegada ahora a un segundo plano a nivel de precios. interanual, tasa 2,4 puntos superior a la del trimestre anterior y la más elevada desde el cuarto trimestre de 2019, antes de la llegada de la pandemia.
El repunte estuvo motivado en gran parte por la subida de la obra nueva, que se encareció un 6%. Si bien antes de la pandemia se buscaban pisos céntricos, los nuevos compradores se decantan por viviendas sin estrenar, situadas en la periferia de las grandes ciudades y que cuentan con grandes espacios abiertos. Un producto que, además, escasea por las dificultades de acceso a financiación con las que se están topando las promotoras.
Sin bajadas durante 2020
Con el repunte del segundo trimestre, el precio de la vivienda libre acumula ya 29 trimestres de crecimientos interanuales y rompe con la tendencia de moderación que inició en el primer trimestre de 2020, con el estallido de la crisis sanitaria. Pese a que la economía se derrumbó un 10,8%, los precios de las casas se mantuvieron en positivo el año pasado y nunca llegaron a caer.
Matos asegura que esto se debe a que los propietarios se resisten a bajar los precios por la ingente demanda que está generando la vivienda en el mercado. Desde tasadoras como Tinsa añaden que los compradores más vulnerables ya habían sido expulsados del mercado con anterioridad, por lo que la crisis del coronavirus ha tenido un impacto muy limitado en la demanda de vivienda.
«Después de un año aumentando cada vez de manera más moderada, el cambio de tendencia es evidente. Los próximos trimestres serán claves para verificar si se consolida este cambio y la crisis provocada por el Covid-19 se salda prácticamente sin ningún retroceso en los precios», explica por su parte el director del servicios de estudios de Pisos.com, Ferran Font. Mientras el resto de sectores intentan ponerse en pie, el inmobiliario ya coge velocidad.