La Iglesia en Italia recibe 89 denuncias de abusos sexuales en los últimos dos años
▶ Las oficinas diocesanas valorarán también los 613 expedientes que constan en el Vaticano
En los últimos dos años, los obispos italianos han recibido en sus «centros de escucha» acusaciones de abuso a 89 personas. La mayoría de estas víctimas son menores de edad. Lo explica el primer informe nacional que han publicado sobre lo qué hacen para combatir los abusos a menores en la Iglesia en el país transalpino. «Es la primera fotografía de lo que estamos haciendo. Este es el principio. Queremos llevar luz al pasado, paro trabajar en la prevención y que no suceda en el futuro», explicó ayer Lorenzo Ghizzoni, el obispo que preside el «Servicio Nacional de Protección de Menores y Personas Vulnerables».
El informe es parcial, pues se refiere solo a las víctimas que han contactado a la Iglesia en los últimos dos años. De hecho, el secretario general de la Conferencia Episcopal Italiana, Giuseppe Baturi, reconoció que en los últimos 20 años, el dicasterio para la Doctrina de la Fe ha abierto 613 expedientes de supuestos abusos cometidos en Italia. «La Iglesia en Italia hará una investigación sobre esos expedientes, que será la primera de este tipo en el mundo», aseguró Baturi, quien pidió prudencia con la cifra, pues podría tratarse tanto de denuncias archivadas como de abusadores en serie. «El número de abusos podría ser mayor o menor», avisó.
En cualquier caso, la fotografía de estos dos años, aporta datos muy significativos sobre los casos de abuso en Italia. Según el informe, que recoge datos de menos de tres cuartos de las diócesis italianas –pues solo un 70% han abierto estos centros–, «los casos denunciados entre 2020 y 2021 afectan a 89 personas, de las cuales 61 en el grupo de edad de 10 a 18 años, 16 mayores de 18 años (adultos vulnerables) y 12 menores de 10 años». «Casi un 53% de los casos son recientes y el 47%, fueron cometidos en el pasado», añade.
Casi setenta acusados
Los 89 casos se concretan en 68 abusadores, que en más de la mitad de los casos tenían «entre 40 y 60 años». De ellos, 30 eran sacerdotes, 23 laicos y 15 religiosos. Los laicos eran el «profesor de religión, sacristán, monitor del oratorio o de asociaciones». Un tercio de los abusos se cometieron en parroquias, aunque también en sedes de asociaciones, casas de formación o seminarios.
Como resultado de las denuncias se tomaron «medidas disciplinarias» inmediatas, se dio paso a una «investigación previa» o se transmitieron «al dicasterio para la Doctrina de la Fe». «Invitamos a las personas que vienen, a denunciarlos también ante la Policía, y si los padres de un menor no quieren hacerlo, les pedimos que lo digan por escrito. Si hay riesgo para otros menores, denunciamos en cualquier caso», subrayó monseñor Ghizzoni.