La RAE carga contra la nueva Selectividad por reducir los contenidos de Lengua y Literatura
Critica el nuevo modelo del Ministerio de Educación por dejar fuera a los expertos en la materia
La Real Academia Española (RAE) ha criticado la EBAU, la nueva prueba de acceso a la universidad, más conocida como Selectividad. En un comunicado, la institución se hace eco de las críticas que un grupo de responsables de las asignaturas de Lengua y Literatura de la prueba han denunciado ante la academia. La RAE respondió a las críticas de los profesores de varias comunidades y advirtió de que el nuevo examen de Pilar Alegría «reduce considerablemente» los contenidos de Lengua y Literatura que los alumnos «deben dominar con el argumento de que han de potenciarse en su lugar las competencias». Pero va más allá y la Academia también denuncia que la EBAU deja de lado a «los profesionales de larga experiencia docente» en la confección del examen.
La RAE advierte también de que en la propuesta de prueba de acceso, los alumnos tendrán que contestar a 25 preguntas de tipo test y no podrán sobrepasar las 150 palabras en cada uno de los textos que redacten. «Pierden, pues, el lugar preponderante que hasta hace poco tenían la reflexión y la argumentación lingüística, la capacidad para compendiar y ordenar discursos, así como la interpretación, la valoración y el análisis de los textos literarios».
La Academia también apunta a otras quejas que los responsables de la EBAU les han hecho llegar. Por ejemplo, que la prueba de acceso «evalúa conjuntamente competencias de múltiples materias: lengua, literatura, historia y filosofía, además de las que corresponden a la lengua extranjera elegida y a la cooficial de las comunidades autónomas que la posean». También señalan que el texto ministerial «reitera en varias secciones la importancia de "enseñar y evaluar de modo competencial", pero no aclara cuáles son exactamente las competencias que se suponen esenciales, y tampoco explica por qué su adquisición se habría de oponer al conocimiento de los contenidos que hasta ahora se consideraban imprescindibles».
Falta de capacidad crítica
Entre otras «ausencias notables» del documento, «llama la atención que pase por alto el hecho de que las capacidades argumentativa y crítica no pueden ser adquiridas en ninguna materia sin el conocimiento profundo de los contenidos a los que hayan de aplicarse». La RAE se hace eco también de otra queja de los coordinadores autonómicos de la prueba. Y es que el documento del ministerio «ha sido elaborado sin contar con la opinión de los profesores de Bachillerato
y sin consultar tampoco con los coordinadores de las pruebas de acceso a la universidad, sea cual sea la comunidad autónoma en la que estos desempeñen su labor».
Por tanto, la Real Academia de la Lengua «considera que esta institución no puede desentenderse de la forma en que se enseñan en nuestro país la lengua y la literatura españolas». «Pensamos, además, que las directrices sobre los conocimientos y las capacidades que se deben enseñar y evaluar en lengua y literatura han de ser establecidas tras consultar con los profesionales de larga experiencia docente que imparten esas materias en la enseñanza secundaria, en el Bachillerato y en la universidad».
Opinión de las academias
Aparte de estos expertos, la RAE reclama que se tenga en cuenta la opinión «de las academias (e instituciones paralelas) que existen en España para cada una de las lenguas oficiales o cooficiales, así como el parecer de las autoridades educativas de las comunidades autónomas».
La RAE, por último, insta a que el texto que el ministerio ha hecho circular sea considerado como un borrador: «Lamentaríamos mucho que el texto final no se diferenciara demasiado de esta propuesta inicial y que las líneas generales que ahora la articulan pasaran a ser definitivas sin el examen y la participación de los profesionales a los que indudablemente conciernen».
Consultado por ABC, el Ministerio de Educación, que dio a conocer la prueba en julio a través de ‘El País’, afirmó que «la prueba no está definida. Las mesas técnicas con la participación de comunidades y universidades siguen trabajando. Desde el ministerio valoramos todas las aportaciones que cualquier colectivo haga a este debate y eso es lo que esperamos, aportaciones».
El Ministerio se ha defendido diciendo que «la prueba no está definida» y que CC.AA. y universidades se siguen reuniendo