La UE se abre a crear un fondo para compensar los daños del clima en los países vulnerables
Condiciona el acuerdo a un compromiso en la COP27 para aumentar el recorte de emisiones
Tras casi dos semanas de negociaciones en la Cumbre del Clima de Egipto, la COP27, la UE se abrió ayer a crear un fondo para compensar los daños del cambio climático en terceros países, un movimiento que pretendía desbloquear las negociaciones que permanecían estancadas. Sin embargo, hay condiciones. La UE quiere que los países se comprometan a aumentar el recorte de sus emisiones. Además, los beneficiarios del nuevo fondo deben ser sólo «los países más vulnerables» y la base de contribuyentes reflejar las actuales capacidades económicas de los países, lo que sugiere la posibilidad de incluir a países como China. Es la «oferta final» de la UE, dijo ayer el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans.
Las conversaciones climáticas anuales para intentar frenar el avance del calentamiento global están avanzando a un ritmo extraordinariamente lento. «Sigo comprometido con llevar esta conferencia a término el sábado», aseguraba ante las casi 200 delegaciones el canciller egipcio y presidente de la COP27, Sameh Shukri. Oficialmente, las negociaciones deberían haber acabado ayer. Aunque ya es habitual que se extiendan hasta el fin de semana, han estado prácticamente varadas hasta ayer.
La financiación climática, especialmente en una partida bautizada como ‘pérdidas y daños’, está centrando la atención. Se ha abordado ahora por primera vez en treinta años de conversaciones climáticas. Era una reclamación histórica de los países más vulnerables: quién paga la factura creciente de los estragos que ya está causando el cambio climático, y los que vendrán después. Para este bloque de estados, es fundamental volver a casa con medidas tangibles.
De partida la situación era complicada. Por un lado, Estados Unidos y la UE se resistían a crear un fondo específico ante el miedo de abrir la veda a unas reclamaciones de responsabilidades sin fin. Por otro, los países en desarrollo muestran cierta desconfianza de base, ya que en 2015 los países desarrollados prometieron aportar 100.000 millones de dólares cada año a partir de 2020 para financiación climática y adaptación y, pasado el plazo, no han cumplido –van por 83.300 millones–.
Al cierre de esta edición, Estados Unidos no se había pronunciado sobre el movimiento europeo y, de hecho, permanecía reticente a la posibilidad de crear este fondo –al igual que Japón y Suiza–. Tampoco China, a quien también afecta directamente la propuesta de la UE. El gigante asiático podría pasar de ser receptor de fondos (como país considerado «en desarrollo» por las reglas de la ONU, fijadas en 1992), a ser un contribuyente, al tener en cuenta su capacidad económica actual. «No estamos de acuerdo, pero tengo esperanza», decía Timmermans ayer sobre la respuesta china.
No obstante, algunas organizaciones observadoras del proceso criticaron que la propuesta europea venía «envenenada». ¿Quiénes son los países «más vulnerables»? «La UE está reduciendo el acceso de los países en desarrollo al fondo», aseguraba Mohamed Adow, de Powershift Africa.
Pico de emisiones
Además, la UE condiciona el fondo a que el texto que salga de la Cumbre del Clima contenga un compromiso ambicioso de recortes de emisiones de gases de efecto invernadero. En concreto, pide que se alcance el pico en 2025, algo que ahora no contemplan países como China o India. También quiere que se aumenten los esfuerzos de adaptación al cambio climático. Todo ello forma parte de ‘la otra cara de la moneda’: si no recortas los gases de efecto invernadero, los impactos de clima seguirán creciendo y, con ello, la factura de daños.
Además de esta propuesta, anoche también se trabajaba en otra auspiciada por Alemania y Chile, que incluye la creación de un fondo que se complete con otras fuentes de financiación alternativas, incluso al margen de la ONU. Esta opción, por el momento, es respaldada por unos 130 países en desarrollo y China.
Por otra parte, los países seguían discutiendo ayer el lenguaje sobre los combustibles fósiles, ya que en el borrador de acuerdo solo se mencionaba la necesidad de reducir gradualmente el carbón, y no todos los combustibles fósiles, como quieren India, la UE o Gran Bretaña.
La UE quiere que la base de contribuyentes al fondo se amplíe e incluya a países que han mejorado sus ingresos desde los años 90