La ansiedad de Georgina Rodríguez en los Grammy
▶ La esposa del futbolista Cristiano Ronaldo, de lo glamuroso a lo más cutre en su viaje a Las Vegas
Protagonista de un ‘docurreality’ por ser la esposa de Cristiano Ronaldo, Georgina Rodríguez se ha convertido en ‘celebrity’ por sí misma y, en este proceso, se ha contagiado a la velocidad de la luz de todos los lujos, caprichos y horteradas de sus predecesoras, desde Paris Hilton a Kim Kardashian. La fama es el peor de los virus.
Tras tomarse un descanso en la grabación de la segunda temporada de su serie, la ‘influencer’ viajó a Las Vegas para presentar el premio al Mejor Álbum vocal pop tradicional de la gala de los Grammy Latinos. Georgina no canta, pero eso no parece importar a la hora de convocar famosos que den titulares.
La esposa de Ronaldo ha protagonizado varios episodios que no han pasado desapercibidos para la prensa: desfiló en la alfombra roja con un modelo color chocolate después de intentar colar a dos de sus guardaespaldas en una pasarela para la que la organización tiene su propia seguridad; luego apostó por un ajustado vestido azul de pedrería. Al parecer, pidió el camerino de Rosalía para cambiarse, algo que finalmente no ocurrió. Bastante tenía la catalana con cargar con sus cuatro premios, incluido el de Mejor Álbum del Año (‘Motomami’) y esquivar la censura de la televisión norteamericana, escandalizada con la letra de ‘Hentai’.
A Georgina no le sirvió de mucho llegar a la gala pidiendo un trato especial por haber sufrido un ataque de ansiedad: al parecer, al no tener a su disposición el jet privado, se vio obligada a viajar en ‘business’, como una más. Bueno, como una más que viaje en primera, ya me entienden.
Todavía angustiada por tamaña desventura, tuvo a bien acudir cuatro minutos a la fiesta oficial de la noche,
Se le rompió una uña y se puso una peluca para ir de incógnito
ofrecida por la discográfica Sony, donde aprovechó para pedir un autógrafo a Sebastián Yatra, del que sus hijos son fans. Pero las desgracias nunca vienen solas: a Georgina se le rompió una uña y, dejando el glamour a un lado al tratarse de una auténtica emergencia, se puso una peluca y unas gafas de sol para acudir de incógnito a un centro de belleza donde recuperó el equilibrio que necesitaba para esquivar otra crisis de nervios.
Pero la noche de los Grammy Latino dejó una imagen para la posteridad, la de Ángela Álvarez, la abuela cubana de 95 años (con sangre española, todo hay que decirlo), recogiendo el premio a la Artista Revelación: «Se lo dedico a los que todavía no han cumplido su sueño». Ella lo ha logrado gracias a su nieto y a las redes, que la hicieron viral y la descubrieron al mundo cuando ya había perdido toda esperanza.