Feijóo acusa a Sánchez del «mayor paso atrás en la defensa de las mujeres»
▶ Califica de «broma» que el PSOE pretenda endosarle toda la culpa a Igualdad
El presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, volvió a arremeter ayer contra Pedro Sánchez ante las rebajas de pena y excarcelaciones de condenados por abuso sexual como consecuencia de la entrada en vigor de la conocida como ley del ‘solo sí es sí’. Durante su discurso de clausura en Palma de la conferencia política del PP de Baleares –cuya líder, Marga Prohens, le precedió en el uso de la palabra– Feijóo aseguró que «este Gobierno presumía de feminista y ha dado el mayor paso atrás en la defensa de las mujeres».
El líder de los populares dedicó la mayor parte de su intervención a defender que la culpable de la situación creada no es solo, «que también» precisó, la ministra de Igualdad, Irene Montero, sino que es responsabilidad de «todo el Gobierno», del que señaló especialmente a los tres ministros que son jueces: Fernando Grande-Marlaska (Interior), Pilar Llop (Justicia) y Margarita Robles (Defensa), además de al titular de la Presidencia, Félix Bolaños, ya que a su juicio «debió haber parado la ley».
Por todo ello, concluyó que endosarle toda la responsabilidad a la ministra de Igualdad, Irene Montero, como a su juicio pretenden ahora los «portavoces y ministros» del PSOE, es una «broma de mal gusto» y un «ejemplo palmario de la frivolidad» del actual Gobierno de coalición que conforman los socialistas y Unidas Podemos.
Feijóo criticó igualmente la «soberbia» de los responsables gubernamentales por «haberse puesto a insultar a todo el mundo en vez de pedir disculpas», como hicieron, recordó, las responsables de Igualdad y Podemos tildando de «fachas con toga» o de «machistas» a los jueces.
El presidente del PP no se olvidó de recordar los informes que advirtieron sobre la ley, entre ellos el del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), y además aludió a «los partidos que votaron la ley», todos menos, dijo «dos que no lo hicimos», sin citar por tanto a Vox, que junto al Grupo Popular rechazó la norma en el Congreso de los Diputados, ni tampoco a Ciudadanos, que en esa ocasión unió sus votos al bloque de la izquierda en favor de aprobar la reforma sobre la libertad sexual o del ‘solo sí es sí’.
Para Feijóo, todos los que facilitaron en última instancia la aprobación de la norma en las Cortes, y no solo los miembros del Consejo de Ministros, son «responsables de la chapuza legal que están sufriendo las mujeres».
«Frivolidad legislativa»
Para el líder de la oposición, lo ocurrido con la ley del ‘solo sí es sí’, sobre la que Moncloa confía en que el Tribunal Supremo (TS) unifique doctrina próximamente, es un ejemplo de la «frivolidad legislativa» del actual Gobierno.
Feijóo remarcó ante los dirigentes y militantes de los populares de las Islas Baleares que, de todos los trabajos que puede hacer el poder legislativo, los que afectan al Código Penal son los más importantes, dado que «regula los derechos y libertades de la gente», una afirmación que fue fuertemente ovacionada por quienes le escuchaban en el acto de los populares del archipiélago. «El Código Penal no es un eslogan, ni un conjunto de pancartas» remató su argumento. En la misma línea, el líder de la oposición se refirió a los «efectos nocivos» que para la vida de la gente tiene dejar la elaboración de las leyes a «activistas», algo que, aseveró, produce importantes «efectos colaterales» como el de la revisión de las penas por abuso que ya se ha producido en audiencias provinciales de distintos puntos de España.
En opinión de Feijóo, lo ocurrido con el ‘solo sí es sí’, como la derogación de la sedición que el pleno del Congreso debatirá y votará por primera vez el próximo jueves, evidencian que el Gobierno solo trata de «resistir» y de «retener a sus socios».
«Una cosa es gobernar y otra resistir en el Gobierno; una cosa es que se desgaste el Gobierno y otra que se desgaste el país» concluyó el presidente de los populares.
El líder del PP asegura que «el Código Penal no es un eslogan ni una pancarta» y que no se pude poner en manos de «activistas»