Cuatro décadas sin libertad

Teodoro Obiang Nguema (Acoacán, Guinea Ecuatorial, 1942) nació cuando su país todavía era una provincia africana española. A mediados de los años 60, estudió en la Academia Militar de Zaragoza y después entró en la Guardia Territorial. Tras la independencia, logró medrar en el escalafón gracias a la confianza del dictador Francisco Macías, que gobernó Guinea Ecuatorial de manera despiadada y desastrosa durante algo más de una década. Cada vez con más poder y relevancia, Obiang consiguió derrocar en agosto de 1979 a Macías, haciéndose con las riendas de un país que ha dirigido sin libertades durante más de cuatro décadas. do de corte socialdemócrata y miembro de la Internacional Socialista; y el exministro Buenaventura Monsuy Asumu, del Partido de la Coalición Social Demócrata (PCSD), una formación afín al régimen de Obiang.

«Andrés Esono no tiene ninguna posibilidad de ganar, porque las elecciones son fraudulentas», explica Álvarez Chillida. «Si yo estuviera en su lugar, no me hubiera presentado», comenta Engonga Ondó. «El pueblo se lo reprocha», señala. Su postura es similar a la de Ávila Laurel, que también lamenta la concurrencia del CDPS, pues cree que la población recibe el mensaje de que se puede participar «en farsas».

«Alguien le tiene que demostrar al régimen que no estamos conformes con su manera de organizar las elecciones, y creo que es mejor que se presente el CPDS, que está ahí dentro y legalizado, aunque los que no lo comparten también están en su derecho de pensar así», opina por el contrario Bolekia Boleká. «Los mítines del CPDS demuestran que la población quiere que haya un cambio y aprovecha esos momentos de mínima libertad para decir que están hartos del régimen», añade.

Todos los opositores confluyen en un anhelo democrático común y en su deseo de que la comunidad internacional se posicione del lado de su causa. El objetivo es que llegue un día en el que el resultado de las elecciones de Guinea Ecuatorial no esté escrito.