MEJOR UN ACUERDO QUE UNA MALA IMPOSICIÓN POLÍTICA
Aunque quizá sea prematuro, puesto que la mora aún no se ha convertido en un problema de peso, hay que aplaudir el acuerdo entre el Gobierno y la banca en torno a una serie de medidas para aliviar la carga hipotecaria de más de un millón de familias vulnerables o en riesgo de vulnerabilidad por la subida del euríbor. Es preferible este camino del acuerdo y las buenas prácticas que el de la imposición empecinada, como se está haciendo con el impuesto a los beneficios por la subida de los tipos de interés, sobre cuyos efectos distorsionadores ha advertido el supervisor bancario. A nadie se le oculta que este acuerdo hay que interpretarlo a la luz del pulso que libran las vicepresidentas Calviño y Díaz. Por si alguien no lo tenía claro, Podemos se encargó de criticar «las medidas que ha filtrado la vicepresidenta Calviño» con el argumento de que benefician a pocos españoles y «no tocan los beneficios obscenos de la banca». Sin embargo, han dicho que sus críticas no suponen que vayan a votar en contra.