Feijóo descarta la moción de censura
▶Sánchez y el líder del PP protagonizan su debate más bronco, donde cruzan reproches sobre la situación en Cataluña y la violencia contra las mujeres
El debate de ayer en el Senado entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición fue el más bronco que se recuerda con Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo como protagonistas. Feijóo definió al Ejecutivo de coalición de PSOE y Unidas Podemos como «la pesadilla más grande que ha pasado España» y acusó a Sánchez de estar «arrastrando a la nación con tal de estar unos meses más en La Moncloa y no hay institución, organismo o política de Estado que no se hayan impregnado en un barniz de indignidad. Señor Sánchez: está generando usted un clima irrespirable en España». Sánchez, por su parte, comenzó con sorna preguntándole de manera retórica que «¿dónde ha dejado su moderación? ¿en objetos perdidos, junto a su autonomía política?». El jefe del Ejecutivo, en una afirmación que soliviantó mucho a los populares –por considerarlo impropio de un líder gubernamental– pidió a la bancada popular que «antes de dar lecciones de higiene, vengan ustedes lavados», tras cuestionar su compromiso en la lucha contra la violencia de género por sus pactos con Vox. Feijóo le respondió presumiendo de las políticas en la Xunta de Galicia.
Y en medio de ese fuego cruzado, una noticia: Feijóo descartó presentar una moción de censura, como le vienen reclamando Santiago Abascal e Inés Arrimadas, la líder de Ciudadanos. «La próxima vez que nos veamos en el Congreso será en mi debate de investidura», vaticinó Feijóo, después de haber dicho que «ojalá pudiera presentarla», en alusión a la imposibilidad aritmética de desalojar con las actuales mayorías parlamentarias al inquilino de La Moncloa.
«Un debate de la derecha»
Fuentes del Gobierno consideran un error del presidente del PP haber entrado en esa cuestión, la de la moción de censura, que consideran «un debate de la derecha». «Habla más para los suyos que para el país», concluyen esas mismas fuentes. Una lectura muy distinta a la que hacen en Génova, donde trasladan la «decepción» de Feijóo con el tono empleado por el presidente del Gobierno y por el hecho, argumentan, de que no contestase a las preguntas concretas que le planteó en la sesión de control de la Cámara Alta. Entre ellas si «ve acertado» suprimir la sedición, si «va a rebajar las penas de corrupción por malversación de fondos públicos» o si «podría atender al clamor de la mayoría de los españoles, que piden cambiar el Código Penal para no rebajarle las penas a los agresores sexuales».
A este último respecto, en el Gobierno siguen manteniendo la táctica de esperar a la posición del Tribunal Supremo. Con el decreto emitido esta semana por la Fiscalía, que aunque limita no excluye que se puedan rebajar algunas penas, el Ejecutivo está cómodo y espera que el pronunciamiento del Supremo
no diste mucho de esa posición. Solo entonces se actuará. Pero de entrada se ha dado orden de rebajar la tensión. Se ha dejado de cuestionar en privado a la ministra de Igualdad, Irene Montero, y tampoco se da por hecho que vaya a modificarse la norma.
Feijóo hizo un repaso de la actualidad desde su último cara a cara (en el Senado no se realiza una sesión de control semanal, como en el Congreso), acusando a Sánchez y al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de «mentir» sobre los incidentes de la valla de Melilla, reprochando al presidente sus ataques al Banco Central Europeo (BCE) tras las críticas de esta institución a los impuestos que se planean contra la banca y las energéticas, acusando de nuevo al Gobierno de haber puesto en la calle a condenados por abuso sexual, tras la entrada en vigor de la ley del ‘sí es sí’ y, claro está, aludiendo a la reforma en marcha para derogar la sedición, en línea con las exigencias de ERC. «Ha negociado el Código Penal con aquellos que delinquieron contra la integridad territorial».
En su segunda réplica Sánchez se centró más en Cataluña, y aferrado en la gestión de Mariano Rajoy entre 2012 y 2018, admitió que el PP no creó el problema, pero, matizó, «no contribuyeron a solucionarlo». Sánchez echó en cara a Feijóo que Rajoy no hiciese nada en 2014 cuando se produjo la primera consulta independentista y que tampoco actuase cuando el Parlament aprobó las leyes de desconexión el 6-7 de septiembre de 2017. Por contra, Sánchez presumió de haber apoyado entonces al Gobierno en la aplicación del artículo 155, aprobado precisamente en el Senado, cuando se produjo la declaración unilateral de independencia. «Estuvimos con ustedes, pero ustedes con nosotros no», porque «no les interesa solucionar el problema catalán» remató su ataque al PP.
«Antes de dar lecciones de higiene, vengan ustedes lavados»
«¿Dónde ha dejado su moderación? ¿en objetos perdidos, junto a su autonomía política?»
Alberto Núñez Feijóo Líder de la oposición
«Usted está arrastrando a la nación con tal de estar unos meses más en La Moncloa »
«Su Gobierno es la pesadilla más larga que ha vivido España»