La Policía investiga la muerte de Javier Biosca, el ‘rey de las criptomonedas’
Falleció ayer en Estepona y las acusaciones piden esclarecer si fue realmente un suicidio
La información comenzó a circular a primera hora de la tarde de ayer, de móvil a móvil, entre abogados y perjudicados. Javier Biosca, el llamado ‘rey de las criptomonedas’, principal imputado por uno de los mayores fraudes en bitcóin que investiga la Audiencia Nacional, se había quitado la vida esa misma mañana en Estepona en presencia de varios testigos y en un contexto muy concreto: el pago que debía afrontar a los fiadores que pusieron el millón de euros gracias al cual, eludió hace poco más de un mes la cárcel en la que se encontraba con carácter provisional.
Según informaron fuentes de la investigación a ABC, sucedió en un hotel de la urbanización Valle Romano sobre las once de la mañana. El aviso a Emergencias explicaba que había un varón precipitado por una ventana. Las mismas fuentes explicaron que habría caído desde un quinto piso del hotel Ona de Estepona. La Policía Nacional tiene abierta una investigación sobre lo ocurrido a fin de determinar qué pudo ocurrir en aquella estancia.
Con Biosca se encontraría su mujer y su hijo. La principal asociación de afectados que empuja la acusación en la causa pidió de seguido al juez que abriese una investigación para esclarecer las circunstancias del deceso. Recuerda que es «conocido» que Biosca
venía recibiendo «amenazas de organizaciones criminales que habrían invertido con él». «Esto debe ser comprado e investigado con carácter prioritario por el Juzgado, y si su Señoría lo tiene a bien, con el fin de tener un conocimiento exhaustivo de lo sucedido y hasta qué punto ha sido un suicidio», planteaba en su escrito la asociación que representa la letrada Emilia Zaballos.
Biosca no llevaba mucho tiempo en libertad. Fue a finales de octubre cuando su letrado consignó en la Audiencia Nacional un recibo de ingreso de un millón de euros en el Banco de España para su fianza. Era la segunda vez que aportaba esta cuantía, la primera no salió bien. Estando ya en libertad, el fiador, un empresario de Sevilla, alertó al juez de que no localizaba a Biosca y ya no vivía en el domicilio que había especificado ante el juez. Sospechaba que se hubiera fugado y el instructor Alejandro Abascal, le llamó a declarar a continuación. Se había mudado y había cambiado de abogado, pero seguía en España y se puso a disposición. El fiador no se quedó tranquilo y recuperó su millón de euros. Sin el importe, Biosca tuvo que volver a entrar en la cárcel, donde permaneció varios meses hasta reunir, de nuevo, la cuantía establecida.
Señalan fuentes cercanas al caso que ayer tenía prevista una reunión con quien puso el dinero y lo siguiente, fue la constatación de que había caído de una altura de cinco pisos. Una tesis que recoge también el escrito de los afectados, en espera de que una investigación arroje luz sobre las circunstancias. Son más de 600 perjudicados, entre los que representa la mencionada asociación o los que lleva Gran Vía Advocats, y la suma que reclaman supera los 500 millones de euros entre el invertido inicial y la ganancia prometida en un sistema que prometía grandes beneficios y que la investigación asemeja ya más a una estafa piramidal.