¿Quién será la pareja de baile?
Los suspiros de Joseph Oughourlian por una división de Indra que garantice salomónicamente su futuro –el de Amber Capital, que no el de Indra que está muy garantizado tal y como está– parece el guión de una de esas películas con ‘flash backs’ en los que el final está escrito y el desarrollo consiste en ir llegando al destino tras las migas de un narrador que sabe más de lo que cuenta. El empresario armenio dueño del Zaragoza pide que se separen las áreas de Defensa y la Tecnológica. Esta última es la joya de la corona como bien reflejan los últimos resultados trimestrales publicados, de ahí que Oughourlian también ha soltado como si fuera el bálsamo de Fierabrás corporativo que habría que fusionar la rama de IT, la codiciada Minsait, con otra tecnológica. ¿Habrá ya pareja de baile de este matrimonio de conveniencia? De conveniencia de Amber, que no de Indra, ya digo. En la mitología hinduista Indra es el dios de la tormenta, el rayo y el cielo visible. Quizás en breve podamos ver que la mano de Pedro Sánchez es larga y suena a música celestial para los suyos.