ABC (Castilla y León)

«He intentado poner punto final a todas las pretension­es de inmortalid­ad»

El director mexicano estrena su propia versión animada de ‘Pinocho’, en la que introduce su biografía

- MARÍA ESTÉVEZ LOS ÁNGELES

El director Guillermo del Toro fusiona la versión de Pinocho que estrena este viernes en cines con su propia biografía para crear una fábula animada sobre padres e hijos que va más allá de la obra de Carlo Collodi. Del Toro solía ir al cine con su hermano mayor, pero hubo una película que vio con su madre, que los unió por el resto de sus vidas: el clásico animado de Walt Disney de 1940, ‘Pinocho’. Desde entonces ha querido llevar a la pantalla esta historia del títere de madera que termina por cobrar vida. Frustrado por el rechazo, el mexicano no se rindió ante las negativas y por fin logra hacer su sueño realidad.

—¿Por qué ha querido volver a visitar la historia de Pinocho?

—Vi la película cuando era un niño con mi madre y siempre he pensado que era la única historia que captura lo que significa ser un niño. Desde entonces, ha estado en mi mente porque representa la esencia del ser amado. Empecé a pensar en el guion desde que era joven. Primero la desarrollé con arcilla y luego, en 2002, se publicó un libro de Pinocho con ilustracio­nes de Gris Grimly que me pareció perfecto para desarrolla­r mi película. Sin embargo, fuimos rechazados por todos los estudios en 2008. Todos nos dijeron que no. Quería que fuera parte de una trilogía junto a ‘El laberinto del fauno’ sobre la delicadeza de un niño rodeado por la guerra. Ese ha sido el camino.

—¿Qué ha aprendido en ese camino?

—He aprendido cosas que hice mal siendo hijo y cosas que mi padre hizo mal. Y errores que he repetido como padre tratando de evitarlos. He intentado incluir aquello que he aprendido en mis 58 años de vida y por eso termina diciendo: «Lo que pasa, pasa y después hemos terminado». No importa si es una gran película, o ciencia ficción con efectos, o una cinta íntima, siempre que hago una película estoy hablando de cosas que me importan.

—¿Cuál es su fascinació­n con la animación ‘stop motion’?

—Quería hacer una película donde todo el mundo se comporta como una marioneta excepto la marioneta, y hacerlo

con marionetas. Cuando todo el mundo dice que no es una marioneta, en realidad lo están siendo. Desgraciad­amente, se considera la animación como un género para niños y no lo es. Es cine para todos los públicos. Creo que es un género que produce emoción y es muy bello.

—Pinocho es un musical. ¿Cuándo decidió ese formato?

—Pensamos en la idea de incluir canciones en la primera parte de la película y luego, cuando aparecen los fascistas, dejar de cantar. Con el grillo nos hemos divertido porque tiene la mejor voz y todo el mundo espera que cante, pero es destruido cada vez que intenta cantar. La película está construida con padres e hijos: Gepetto y Pinocho, Gepetto y Carlo, incluso Jesús y su padre tienen una relación muy tensa.

Una versión adulta «Desgraciad­amente, se considera la animación como un género para niños y no lo es. Es cine para todos los públicos»

—¿Es importante la profundida­d musical de este filme?

—Sí. Estamos hablando de la vida. Hay un poema muy bello de Jaime Sabines que dice: «Toda mi vida he oído una voz que dice vive, vive, vive». He intentado examinar la vida poniendo punto final a todas las pretension­es de inmortalid­ad.

Un autor muy personal «No importa si es de ciencia ficción o una cinta íntima, siempre que ruedo hablo de cosas que me importan»

 ?? // EFE ?? Guillermo del Toro, en Guadalajar­a (México) en 2019
// EFE Guillermo del Toro, en Guadalajar­a (México) en 2019

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain