Calendario vacunal
Entre tanto ruido mediático, las buenas noticias tienden a pasar desapercibidas. O tienen menos eco ya que el ruido no falta en Castilla y León, donde el empeño de Vox de ideologizar todo hace que decisiones importantes pasen a un segundo plano y se hable menos de ellas tengan trascendencia.
Esta semana, el presidente de la Junta ha anunciado el calendario vacunal para 2023, una importante actualización del vigente y que situará a la comunidad como la más avanzada en este campo. Supone dar mayor cobertura a la población y mayor protección tanto para a niños como mayores, lo que a medio y largo plazo es hacer más rentables las inversiones en materia de salud.
No ha habido ningún avance en la medicina que haya ayudado a salvar tantas vidas como las vacunas. En muy buena medida gracias a ellas gozamos de tan buen estado de salud general. No hay que recordar, porque está muy reciente, lo que debemos a las vacunas en la normalización de nuestras vidas y de la economía tras el Covid y gracias a ellas podemos decir que la enfermedad, que aún está entre nosotros, empieza a estar controlada. Pero la del Covid es la más reciente, porque hay muchas vacunas, fruto de años de investigación y de ingentes recursos económicos e intelectuales en su estudio, que permiten un rayo de esperanza para algunas enfermedades y en otras, recuperar unos estándares de calidad de vida que se habían perdido. Por eso es muy importante que la Junta entienda que esta inversión en salud, que supone mayores coberturas y la ampliación de la población beneficiada por el calendario, debe seguir creciendo en próximos años y, por lo tanto, seguir avanzando. Este sí que es un avance democratizador porque permite acceder a grandes recursos a los menos favorecidos, ya que muchas vacunas hoy no están al alcance de todos.
Las administraciones deben entender que vacunar a la población es prevenir enfermedades y, por lo tanto, ahorrar en los recursos que serían necesarios para atenderlas. No estamos sobrados de recursos en materia de personal ni de carácter económico y por eso una mayor inversión en la adquisición de más vacunas y facilitar con ellas más cobertura, supone un gran avance social y poder dedicar más recursos a otros campos de la atención sanitaria. En definitiva, un gran bien para toda la sociedad de Castilla y León.