Más recaudación o más seguridad
La Dirección General de Tráfico (DGT) va a instalar un total de trescientos nuevos radares que se sumarán a los 1.325 (688 fijos, 92 de tramo y 545 móviles) que llevan tiempo funcionando en las carreteras españolas.
Según el citado organismo, los siniestros mortales no han dejado de aumentar a lo largo de 2022. Esto coincide con la prohibición de rebasar la velocidad máxima permitida en caso de adelantamiento. Algunos expertos señalan que dicha prohibición provoca que el adelantamiento se alargue, con el consecuente aumento del tiempo en que el vehículo permanece invadiendo el carril de sentido contrario.
Esta medida, en realidad, es una manera de impedir que los conductores justifiquen los excesos de velocidad a la hora de reclamar multas en los radares de tramo.
Está claro que con estos nuevos radares de la Dirección General de Tráfico los conductores pagarán más, pero solo el tiempo dirá si estas medidas harán que estén más seguros.