España hace enmudecer al planeta fútbol
No está acostumbrada España a comenzar bien los mundiales, pero ayer rompió, y de qué manera, esa tradición metiendo una goleada histórica a Costa Rica (7-0) y exhibiendo una superioridad en los cerca de cien minutos que duró el partido. Fue además una égloga al tiqui-taca que hace una década hizo famosa a la selección, con los costarricenses persiguiendo sombras en el campo. Un festival de fútbol con la presencia del Rey
Felipe VI en el palco, siguiendo también la tradición de que el Jefe del Estado acompañe al equipo en su jornada inicial, pese a la hiperventilación de algunos sectores, fundamentalmente la progresía de la doble vara de medir, que no ponía tantas pegas cuando el emir de Qatar visitaba La Moncloa prometiendo inversiones en España. También ayer Alemania protagonizó, muy a su pesar, la segunda gran sorpresa del Mundial al perder con Japón (1-2). Su puesta en escena fue más relevante antes de que comenzara el partido, lanzando un reproche elíptico a la FIFA por no dejar portar a su capitán el brazalete arcoíris del colectivo LGTBI. Sí lo hizo la ministra del Interior alemana, en el palco, mientras el once inicial de la ‘Mannschaft’ se hacía la foto oficial con la boca tapada, simulando una mordaza. Luego, cuando el árbitro señaló el principio del encuentro, no supieron expresarse mucho mejor con los pies.