El PSC vota con los independentistas en contra del trilingüismo
El Parlamento catalán tumba la iniciativa de Cs que proponía acabar con la inmersión
El pleno del Parlamento de Cataluña rechazó ayer tramitar una proposición de ley a propuesta de Ciudadanos que pedía que el español, el catalán y el inglés fueran consideradas lenguas vehiculares en la enseñanza. En la votación de las enmiendas a la totalidad, el PSC sumó sus votos a los de los grupos independentistas (ERC, Junts y la CUP) y los comunes para tumbar la iniciativa legislativa. Vox se abstuvo, al considerar que solo español y catalán deben ser lenguas vehiculares. El PP votó a favor.
«Queremos una Cataluña abierta y democrática que defienda su auténtica naturaleza bilingüe, en catalán y en español», explicó Nacho Martín Blanco (Cs) desde el atril para defender la propuesta de ley. La iniciativa también establecía «un programa de capacitación intensiva en lengua inglesa para docentes» de manera que los profesores fueran competentes en inglés.
Para Martín Blanco, que lamentó la presentación de enmiendas a la totalidad del PSC y los grupos independentistas, «el nacionalismo juega con el miedo de los ciudadanos y con decirles constantemente que el catalán está en peligro de extinción», por lo que, en su opinión, defiende que «hay que hacer políticas para arrumbar más el español». Y definió este proceso como «un proceso de ingeniería social que pretende cambiar los usos y costumbres» del conjunto de los catalanes.
El portavoz de la formación liberal
El primer secretario del PSC, Salvador Illa añadió que Cataluña es «la única región del mundo en la que los ciudadanos no tienen la oportunidad de educar a sus hijos en su lengua materna», si esta es el español, que es oficial junto al catalán (y el aranés en el Valle de Arán, Lérida) porque «Cataluña vive bajo la férula de un régimen nacionalista que quiere erradicar de forma definitiva el castellano de la enseñanza de nuestros hijos». Y puso en valor que «España tiene un tesoro con una lengua común como el español».
Equilibrio lingüístico
El texto rechazado fijaba eliminar la inmersión obligatoria en catalán que se aplica ahora en las aulas, en contra de las decisiones del Tribunal Constitucional, y fijar un 25% de clases obligatorias en español, catalán e inglés, a completar con otro 25% de asignaturas en la lengua que determinase cada centro en su proyecto lingüístico. Igualmente, se establecía un régimen especial de un año con clases en español para los alumnos extranjeros recién llegados y exigir el C1 de inglés a los profesores.