EL EXTRAÑO CASO DEL DOCUMENTAL QUE DISNEY ANUNCIÓ Y NO HA EMITIDO
La plataforma no ha estrenado ‘En el nombre de ellas’, previsto para el 23 de noviembre, ni ha dado explicaciones al respecto sobre el movimiento. Las víctimas del influyente fotógrafo Kote Cabezudo temen que su historia de abusos acabe guardada
Disney fijó el estreno del documental ‘En el nombre de ellas’, sobre los abusos sexuales del fotógrafo donostiarra Kote Cabezudo, para el 23 de noviembre. Todo siguió su cauce habitual de promoción hasta que llegó el día de lanzamiento y no hubo ni rastro del material en su plataforma. Tampoco se trasladó a otra fecha. De repente, la petición de visionado de los cuatro capítulos, ofrecido a los medios previamente, se quedó sin respuesta, en un limbo, como la docuserie desde el miércoles, el día que el Gobierno de Pedro Sánchez incluyó en el impuesto a la banca una enmienda con exenciones fiscales muy beneficiosas para el ‘streaming’ que opera en España.
Por parte de Disney no ha habido ningún anuncio sobre el movimiento. Sí explicaciones para la productora, Sr. Mono, a la que dijeron que se trataba de un «problema operativo» y que estaría disponible en «unos días». La respuesta de la compañía del ratón a ABC fue más escueta: «‘En el nombre de ellas’ no se va a estrenar en la fecha prevista». Afirman no tener más información disponible al respecto, a pesar de ser un contenido publicitado previamente por Disney+. «Puede tener una explicación tan absurda como que alguien la ha cagado en el proceso de digitalización o en el subtitulado o cualquier cosa. Y asumirlo es duro, sobre todo con un tema así», apunta el productor Íñigo Pérez Tabernero, «muy enfadado» por el súbito retraso. «Imagínate mi dolor… pero me han pedido mil disculpas y me han dicho que en pocos días lo arreglan», justifica.
Menos comprensiva es Izaskun Acosta, la primera denunciante de Kote Cabezudo que dio la cara tras la condena al fotógrafo a 28 años de prisión el pasado mes de junio. «Me ha sorprendido que justo la noticia de una frenada haya llegado el día del estreno. La razón de problemas técnicos no se la cree nadie», se queja. Acosta, una de las ocho víctimas que dan su testimonio en el documental, ve más probable que la plataforma haya querido blindarse legalmente antes de emitir un contenido que considera «muy sensible». «Querrán asegurarse de cuáles pueden ser las implicaciones legales, los riesgos, pero me sorprende que no lo hayan pensado antes. ¿Para qué te lanzas a comprar un material ya grabado –ha
bía un ‘teaser’–, y te echas atrás sobre la bocina?», se pregunta la narradora de ‘En el nombre de ellas’. «Tengo la sensación de que no nos están diciendo toda la verdad. Estamos hablando de vivencias que son muy duras y que de repente te digan que se va a retrasar el estreno... No hemos pasado por todo esto para que quede en un cajón», reconoce.
Izaskun Acosta tenía 15 años cuando conoció a Cabezudo, en los noventa. Quería ser modelo. El fotógrafo, unas tres décadas mayor que ella, le hizo unas pruebas de cámara y pasó el corte. «Me dijo que estaba interesado en fotografiarme; después me dio una cuartilla de papel un poco cutre, con un hueco para que mis padres firmaran la autorización de que me hiciera fotos. En esa autorización, obviamente, no decía que hubiera desnudos de ningún tipo», asegura. Lo que vino después sucedió poco a poco. Una prenda más escotada, un posado sin sujetador «porque se marcaba en el ‘look’»... «Y luego un ‘me mojo los dedos y te pongo los pezones duros para salir mejor en la foto’». Del ‘topless’ pasó al desnudo. «Y te encuentras un día con una situación que ya no es la fotografía, sino que tenía otras intenciones mucho más carnales», explica Acosta. «Sabía muy bien cómo camelarse a una niña adolescente. Se ganó mi confianza».
Izaskun Acosta era menor de edad, tenía 15 años, cuando Cabezudo abusó de ella, en los noventa
Calló durante años, creyendo que el suyo se trataba de un caso aislado. Pensó que era la única, hasta que Mario Díez, representante legal de diecisiete de las víctimas, «destapó en 2018 a través de un vídeo en internet las irregularidades que hasta el momento había tenido el caso». Cabezudo no era un simple fotógrafo, sino «el fotógrafo de la gente de Donosti, también del Ayuntamiento». «¿A quién no le interesaba que esto se supiera?
Mario puso de manifiesto que la juez que estaba instruyendo el caso hasta el momento había intentado disuadir a las testigos para que no lo denunciaran, las había hostigado, las había puesto en tela de juicio e incluso a una le puso seguimiento. En ese vídeo, Mario también dice claramente la amistad que tiene Kote Cabezudo con Odón Elorza (PSOE), que era el alcalde de San Sebastián. De hecho, la foto que Elorza tenía en su perfil del Ayuntamiento estaba hecha por él», explica Acosta.
Se descubrió entonces que no era una mujer sino muchas, algunas menores, las que habían sufrido el acoso y los abusos sexuales de Cabezudo. También que estaba subiendo fotografías «a una red de pornografía y de contactos donde se las podían descargar por un módico precio». Y que el fotógrafo estaba bien conectado con gente de la élite vasca. «Este hombre organizaba unas fiestas que llamaba guateques en unas villas de San Sebastián. En esos guateques había chicas; también gente poderosa: magistrados, empresarios importantes. Como hay tanta implicación, con que haya un magistrado implicado crees que vas a levantar el teléfono para que todos los que están construyendo el caso tengan un favoritismo», dice.
‘En el nombre de ellas’ da voz por primera vez a las víctimas y parte de su testimonio en primera persona para diseccionar el ‘modus operandi’ del fotógrafo, que engañó, chantajeó y abusó de mujeres durante varias décadas. El Caso Kote Cabezudo es, de hecho, el proceso judicial más largo y con mayor número de víctimas por delitos contra la libertad sexual y corrupción de menores cometidos en España. En el documental se abordan las consecuencias psicológicas de las víctimas, los hitos judiciales de este proceso y también se muestra material exclusivo. «Emite imágenes inéditas en el juzgado, de algunas declaraciones, nuestros testimonios, testigos... Hay material que puede ser sensible, hay una investigación detrás. Por eso es interesante el documental, porque muestra una cronología de los actos delictivos de este hombre y de cómo se ha desarrollado el juicio, se le ve a él haciendo declaraciones, a su abogado... ¿Que lo haya visto más gente de la debida? Pues podría ser», sugiere Acosta.
Obstáculos
Quienes han vivido este proceso en primera persona denuncian los numerosos obstáculos para dar a conocer un caso que, dicen, se ha «silenciado» durante años. Cada vez que alguien ha intentado exponer los abusos de Cabezudo de forma pública se ha encontrado con trabas de algún tipo, lagunas... rechazo. Es el caso de Melchor Miralles, productor ejecutivo del documental que de momento no ha emitido Disney. «Cada vez que he abierto la boca en donde estaba, en tertulias, y he mencionado el caso de Cabezudo, a los diez minutos he sido despedido», admite a ABC.
Para muestra un botón, o varios. Miralles, que investiga el asunto desde hace nueve años, cuenta que ha intentado hablar del tema en programas como ‘Todo es mentira’ o ‘Las cosas claras’, que presentaba Jesús Cintora en La 1. El resultado fue en ambos casos el mismo. «Es acojonante, cada vez que menciono el caso me han interrumpido, corte a publicidad y me han despedido», revela. A ‘Espejo Público’ les ofreció un reportaje y «dijeron que no les interesaba»; con Mediaset, a través de su productora Cuerdos de Atar, consiguió vender «un reportajillo». «Les costó una pasta y nunca se emitió. Me conozco esta película», dice en referencia al no estreno de Disney. Desde Mediaset, sin embargo, aluden a otros motivos. «Se hizo una precompra, a un precio más que razonable como suele ocurrir en este tipo de operaciones, pero una vez entregado el material no tenía el nivel de calidad suficiente para su emisión», explican a ABC.
Avisos
Miralles va más allá. «Le pedí una mano a un amigo de la Ertzaintza y me dijo: ‘Estoy jubilado y no tengo acceso a documentación, pero conozco el caso, como todo el mundo. Como eres amigo, te digo que cuidado; no sabes dónde te metes. El GAL era una broma con lo que te vas a encontrar. Vas a tocar a gente muy peligrosa», cuenta el periodista que le dijeron.
Mario Díez señala a quién podría perjudicar ‘En el nombre de ellas’. «Que Odón Elorza tendría interés en que este documental no salga es evidente por muchos motivos. Sale muy mal parado en el documental. Quien lo vea tendrá meridianamente cristalino que el Ayuntamiento de San Sebastián, durante la alcaldía de Elorza, colaboraba a modo de presión a quienes pudieran hacer competencia de la agencia en la que era fotógrafo Cabezudo. Hay testimonios tan contundentes que a nadie le va a caber ninguna duda de la protección a nivel institucional que hubo con Cabezudo durante el periodo en el que el regidor de San Sebastián era Odón Elorza», explica.
Por su parte, el productor de ‘En el nombre de ellas’, Pérez Tabernero, rechaza cualquier tipo de maniobra premeditada. «Honestamente, no creo que a una multinacional del tamaño de Disney se le pueda presionar de forma sencilla. Han anunciado el contenido a bombo y platillo, enorgulleciéndose. Me parece una idea muy remota». En cualquier caso, las damnificadas vuelven a ser las mismas. Las víctimas, cuenta Acosta, se quejan de la falta de apoyos institucionales, desde la Alcaldía a asociaciones feministas vascas. «A este hombre hemos tardado diez años en meterlo en la cárcel. Dime si no hay un intento de silenciarnos», clama Acosta, que añade: «Odón Elorza no se ha pronunciado. No solo eso, sino que nos ha bloqueado en redes sociales a algunas de las víctimas».