La adolescencia, la identidad y la mirada de los otros
Dirección: Lukas Dhont. Con: Eden Dambrine, Émilie Dequenne...
Fue la que más honda impresión produjo en el pasado Festival de Cannes, donde ganó el Premio Especial del Jurado. Una historia de amistad y juventud entre dos colegiales de trece años, inseparables, con una dependencia física y emocional absoluta entre ellos y con un ojo sutil, delicadísimo, de su director para mostrar ese asunto gigantesco de la personalidad, la identidad y los mecanismos de defensa en esas edades de la inocencia y de la crueldad con o sin malicia.
Un hecho cotidiano, de colegio, un comentario sin vocación dañina (algunas compañeras les preguntan si son parejita) hace tambalear entre ellos su amistad profunda e infantil y le procura a la historia un espesor en el caldo tan inteligente y reflexivo que cambia bruscamente, pero también sigilosamente, el carril por el que viajaba. La edad de la confusión, de la inseguridad y del desconcierto sexual y personal, provoca entre ellos un incómodo rechazo. Todo lo que cuenta con enorme delicadeza Dhont sobre la adolescencia y la amistad masculina está ahí para ser sentido y dolido por el espectador, apoyado en una cámara que captura cada brizna de sentimiento y en unas interpretaciones sorprendentemente ricas. Una película mayúscula y con una enorme tajada dentro para roer.