Antes que Irene Montero
Una diputada de Vox ha hecho una desagradable alusión sexual sobre Irene Montero que la izquierda aprovecha para sacarla del lodazal de la ley del ‘Sí es sí’. Se queja la ministra de la violencia política que sufre como si fuera algo excepcional, cuando la lista de víctimas es larga y conocida. Pero se recuerda menos el caso de una mujer que fue alcaldesa durante 24 años y nunca perdió unas elecciones. Como la izquierda no podía echarla mediante las urnas, inventó los montajes más sucios, primero políticos, después personales. Durante años aguantó ruidosos escraches nocturnos delante de su casa, donde vivía con una madre nonagenaria. Soportó todo tipo de insidias sobre su vida privada, desde sus relaciones afectivas a su falso alcoholismo. Como tampoco fue suficiente, un tipo que ahora es concejal se paseaba con una camiseta en la que literalmente aparecía con un látigo azotando a esta mujer. A las Irene Montero de turno todo esto les hacía mucha gracia. La víctima de aquella violencia se llamaba Rita Barberá.