EL BLACK FRIDAY LLENA LAS CALLES COMERCIALES Luces, cámaras... consumo
Incluso en el Reino Unido, especialmente castigado por la crisis, se llenaron ayer las calles comerciales de las grandes ciudades, engalanadas con luces y reclamos para seducir a los consumidores. En España tampoco se apagan los escaparates a la hora decretada por el Gobierno para ahorrar energía. El gasto merece la pena.
Se trata de animar el consumo y deslumbrar a la opinión pública con la imagen –prefabricada y prenavideña, impregnada de ensueño– de una remontada económica. La excusa es el Black Friday, o el encendido de las luces de Navidad, o la ilusión de volver por una tarde y con el abrigo puesto a la época de las vacas gordas, cuando la leche que daban valía menos de un euro por litro. Todo es posible. Vienen días de gasto, que es la mejor señal de la confianza en uno mismo. Las previsiones macroeconómicas no son buenas y apuntan a un horizonte de contracción y repliegue de la actividad. Ya llegará enero. De momento está todo encendido, empezando por los escaparates que el Gobierno quiso dejar a medio gas.