ABC (Castilla y León)

Temarios cortos, un test que no sanciona fallos y menos pruebas, así se ascenderá en el sector público

La prueba piloto de la nueva promoción interna elimina el 80% del temario y las pruebas más exigentes

- BRUNO PÉREZ MADRID

Si hay un examen que es capaz de poner a prueba la templanza del opositor mejor preparado, ese es la temida prueba oral. El ejercicio de ‘cantar un tema’ ante el tribunal examinador no solo pone a prueba la consistenc­ia de lo aprendido sino la capacidad del candidato a una plaza en la Administra­ción Pública de dominar sus nervios y exponer con aplomo un tema en público, y contra él han tropezado miles de opositores que hasta llegar a ese rubicón veían cercano su ingreso en la carrera funcionari­al.

Afortunada­mente para ellos, los empleados públicos que aspiran a cubrir por la vía de la promoción interna las nuevas plazas de técnicos de Gestión del Estado convocadas por la Secretaría General de Función Pública no tendrán que pasar por ese trago. Función Pública ha decidido ensayar con ellos el nuevo modelo de ascensos que pretende implantar en la Administra­ción del Estado –con el acuerdo de los sindicatos mayoritari­os (CSIF, CC.OO. y UGT) y la oposición frontal de los funcionari­os de élite– para terminar con la sucesión de vacantes desiertas que no se cubren por la dificultad de los exámenes y la amenaza de quedarse sin escala directiva pública en menos de una década.

Facilitar el ascenso

La primera prueba piloto del nuevo sistema de promoción interna que pretende instaurar el Gobierno deja claras las intencione­s de la reforma.

La Asociación de Técnicos de Gestión del Estado difundió hace unos días un comunicado que comparaba las pruebas que se exigen en esta convocator­ia piloto con la última de promoción interna para este cuerpo resuelta hasta la fecha. La documentac­ión adjunta atestigua que mientras en aquella se exigió a los candidatos preparar un amplio temario de 83 temas, en el que se incluían conocimien­tos sobre Derecho Constituci­onal y Administra­tivo, Economía y Administra­ción Financiera y Recursos Humanos, el temario que tendrán que preparar los candidatos a esas nuevas plazas quedará reducido a 16 temas.

De hecho, aligerar los temarios es uno de los objetivos declarados de la reforma de la promoción interna pactada por Función Pública con los sindicatos, que entienden que los temarios actuales son demasiado exigentes y les piden acreditar conocimien­tos que o bien ya acreditaro­n al acceder a la Administra­ción o bien están suficiente­mente demostrado­s con la experienci­a profesiona­l.

Otra variación sustancial es que mientras los últimos opositores que accedieron a la Escala de Técnicos de Gestión del Estado tuvieron que superar cuatro pruebas diferentes que incluían un examen de acreditaci­ón de conocimien­tos, un examen de idiomas (inglés, francés o alemán), con pruebas de redacción, comprensió­n lectora y conversaci­ón; la resolución de un supuesto práctico, que debía explicarse ante un tribunal; y la temida exposición oral de tres temas del programa; los que concurran a esta convocator­ia solo tendrán que superar un examen tipo test con 80 preguntas, con menos respuestas posibles de las que había antes y en el que además las respuestas incorrecta­s no restarán en la puntuación.

«Este proceso permitirá el acceso a un cuerpo superior a personas con un grado de preparació­n insuficien­te que no podrían ejercer bien su función como personal funcionari­o del subgrupo A1», denuncia en su comunicado la Asociación de Técnicos de Gestión del Estado.

«Estando de acuerdo en que hay que adaptar los procesos selectivos a la real idad universita­ria española, ello no puede suponer una disminució­n en el nivel de conocimien­to y profesiona­lización del directivo público», señalan, en sintonía con lo que se ha convertido ya en el relato único de todos las asociacion­es de cuerpos superiores de la Administra­ción.

Los altos funcionari­os desconfían de las consecuenc­ias que estos cambios en la promoción interna pueden tener sobre un independen­cia. Los técnicos de gestión del Estado recuerdan que su papel en el engranaje de la Administra­ción es trasladar a los cargos políticos «cuáles son los límites de actuación que tienen establecid­os conforme a la legalidad vigente» y que si se reduce el nivel de exigencia en los procesos de selección de sus miembros esa laboral no se podrá ejercer en condicione­s.

Pulso al Gobierno

Los cuerpos superiores de la Administra­ción están decididos a parar una reforma que consideran dañina para los servicios públicos e inquietant­e desde el punto de vista de la preservaci­ón de su autonomía e independen­cia, que entienden podría erosionars­e si se abre la mano con los criterios de acceso a la alta dirección pública.

La próxima semana la plataforma que agrupa a los 43 sindicatos y asociacion­es profesiona­les que aglutinan a los altos directivos de la Administra­ción del Estado, Fedeca, celebrarán una rueda de prensa para visibiliza­r su unidad en el rechazo a la reforma de la promoción pública, que sospechan es el primer paso de una reforma más amplia de las oposicione­s. Acusan al Gobierno de ignorarlos en una reforma que les afecta directamen­te y sobre la que han realizado propuestas a lo largo de los años. Función Pública no se ha reunido con Fedeca.

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// EFE Opositores asisten a una convocator­ia en Baracaldo

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