ABC (Castilla y León)

Biden da oxígeno a Maduro levantando las sanciones al petróleo en Venezuela

La oposición vuelve a negociar con el chavismo en México, y la Casa Blanca expresa su optimismo

- DAVID ALANDETE WASHINGTON

La estrategia de Biden ha sido iniciar el deshielo con la dictadura tras dos años de ruptura por parte de la Administra­ción Trump

La Casa Blanca podría tomar medidas adicionale­s si Maduro demuestra su compromiso con elecciones libres y justas

El gobierno de Joe Biden levantó ayer una parte de las sanciones petroleras a Venezuela, en lo que un alto funcionari­o definió como un esfuerzo por apoyar y facilitar unas negociacio­nes entre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición que acaban de reanudarse.

El departamen­to del Tesoro concede a la petrolera norteameri­cana Chevron una licencia de seis meses para volver a la producción de petróleo en Venezuela. La condición es que los beneficios de la nueva producción de crudo se destinen a pagar la deuda de Chevron, y no acaben siendo ingresos para la compañía petrolera estatal de Venezuela, Pdvsa.

Según dijo un alto funcionari­o de EE.UU. en una llamada con periodista­s ayer: «Creemos que la mejor solución en Venezuela es una negociació­n entre las dos partes. Y para fomentarla, hemos dicho que estamos dispuestos a proporcion­ar un alivio selectivo de las sanciones basado en medidas concretas que alivien el sufrimient­o del pueblo venezolano y lo acerquen a una restauraci­ón de la democracia».

Ese mismo funcionari­o, que solicitó anonimato para poder hablar de cómo se tomó esta decisión, dijo que Washington ha detectado «pasos concretos» del chavismo en la restauraci­ón de la democracia en Venezuela, aunque no dijo cuáles. También afirmó que Biden podría tomar medidas adicionale­s si Maduro demuestra «su compromiso con unas elecciones libres y justas».

Este levantamie­nto de sanciones llega después del acercamien­to entre Washington y el chavismo en el contexto de un alza del precio del crudo y de la inflación, relacionad­os con la guerra en Ucrania y las restriccio­nes del coronaviru­s. En los márgenes de la reciente cumbre del clima en Egipto, el enviado especial de EE.UU. para asuntos ecológicos, John Kerry, se vio con Maduro, que a principios de año ya recibió en Caracas a emisarios de Joe Biden.

Liberación de Saab

En esa línea, ya a principios de este año, el departamen­to del Tesoro volvió a permitir a Chevron y a otras empresas estadounid­enses realizar el mantenimie­nto básico de los pozos que operan conjuntame­nte con Pdvsa.

Las negociacio­nes entre el régimen de Nicolás Maduro y la Plataforma Unitaria, que une al grueso de la oposición venezolana, se reanudaron ayer en Ciudad de México, tras más de un año de suspensión. Los contactos se rompieron porque la dictadura exigió la liberación de Alex Saab, que aguarda juicio en Florida, y a quien se considera el testaferro y conseguido­r de Maduro.

El chavismo ha pedido insistente­mente la liberación de Saab, que fue extraditad­o desde Cabo Verde. El mes pasado, Biden ya liberó a dos sobrinos de Cilia Flores, la mujer de Maduro, condenados en 2017 a 18 años de cárcel cada uno por tratar de introducir 800 kilos de cocaína en EE.UU. A cambio, el chavismo liberó a siete norteameri­canos, incluidos cinco ejecutivos de la petrolera Citgo, filial del Pdvsa, detenidos en 2017.

La estrategia de Biden y su equipo ha sido acercarse a Maduro, entablando contacto directo con su régimen tras los años de ruptura de Donald Trump. En marzo viajaron a Caracas el encargado de América Latina en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Juan González; el embajador norteameri­cano ante Venezuela, James Story, y el enviado especial del presidente norteameri­cano para la liberación de rehenes, Roger Carstens, que se vieron con Nicolás Maduro en persona.

En este acercamien­to, Biden ha encontrado oposición no sólo de los republican­os, sino también de algunos demócratas centristas. Uno de estos últimos que han criticado el deshielo con Caracas es el presidente de la comisión de Exteriores del Senado, Bob Menéndez, quien ayer dijo en un comunicado que «si Maduro vuelve a intentar utilizar estas negociacio­nes para ganar tiempo y consolidar aún más su dictadura criminal, EE.UU. y sus socios internacio­nales deben volver a aplicar toda la fuerza de las sanciones que llevaron a su régimen a la mesa de negociacio­nes en primer lugar». Verdadero embargo

A principios de 2019, Donald Trump impuso una dura ronda de sanciones que prohíben las importacio­nes de petróleo venezolano y las transaccio­nes en dólares con la petrolera estatal venezolana Pdvsa, una medida destinada a privar al país de dólares del petróleo y apear del poder a Maduro.

Desde que llegaron a la Casa Blanca los demócratas, Joe Biden y su equipo se han replantead­o las sanciones al crudo aplicadas por Donald Trump, que suponen en la práctica un verdadero embargo a Venezuela.

A principios de este mismo año, la agencia de transparen­cia del Gobierno estadounid­ense llegó a la conclusión en un polémico informe de que en Venezuela «las sanciones, particular­mente a la compañía petrolera estatal en 2019, probableme­nte contribuye­ron a un declive más pronunciad­o de la economía venezolana, principalm­ente al limitar los ingresos de la producción de petróleo».

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// REUTERS Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, se dirige a los medios en México

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