Un muerto y doce desaparecidos por un corrimiento de tierra en la isla italiana de Ischia
Una tragedia conmociona a Ischia, la isla más grande en el Golfo de Nápoles. Al menos hay una víctima, una mujer, y una docena de personas desaparecidas por un corrimiento de tierra a causa de un fuerte temporal. Se excava en el fango para encontrar a los desaparecidos, entre ellos están un matrimonio y sus dos hijos, y una joven de 25 años.
Un río de lodo y escombros golpeó Casamicciola (7.600 habitantes), municipio de Ischia, al amanecer de ayer. Es incierto todavía el número exacto de víctimas, hasta el punto de que el propio Gobierno se contradice: mientras el vicepresidente y ministro de Transportes, Matteo Salvini, afirmó que había «ocho muertos», el titular de Interior, Mateo Piantedosi, lo desmentía así: «No hay un número de muertos confirmado; la situación es muy grave y está en evolución. Las personas desaparecidas probablemente están bajo el lodo y no responden a las llamadas».
Desde la sede de Protección Civil, la primera ministra, Giorgia Meloni, aseguró que alertará a todos los miembros de su Gabinete para que se convoque con urgencia un Consejo de ministros.
Tragedia anunciada
En ocho horas se superaron los 130 milímetros de lluvia en la isla. Los daños son enormes. Hay unas 30 familias aisladas. Se ha dispuesto la evacuación de unas doscientas personas. El corrimiento de tierras se inició con las primeras luces del alba, partiendo de las laderas del monte Epomeo hasta invadir parte del municipio de Casamicciola. Algunos automóviles fueron arrastrados al mar. Un matrimonio, con un recién nacido, que se les dio por desaparecidos inicialmente, han sido encontrados e ingresados en un hospital.
Los expertos consideran que es una tragedia anunciada, la enésima en la isla de Ischia, una tierra geológicamente frágil. Desde hace más de 100 años se producen deslizamientos de tierra, que causan destrucción y muerte. Los expertos destacan que la ilegalidad con edificaciones no autorizadas y la inestabilidad hidrogeológica han contribuido a aumentar los riesgos en la isla, un área altamente inestable. El geólogo Romeo Toccaceli afirma que «con lluvias tan copiosas y mantenimiento deficiente, tales efectos son evidentes».