La obsesión por pasar a la posteridad
Normalmente son otros y no uno mismo quienes deciden que una persona pase a la Historia, con mayúsculas. Por si acaso, Pedro Sánchez prefiere no esperar al juicio ajeno y ya ayer, en un homenaje organizado por su partido a la escritora Almudena Grandes, se reservaba él mismo un sitio en la historia por haber «exhumado al dictador del Valle de los Caídos». Esta petulancia puede responder a un patrón, pues ya en su ‘Manual de resistencia’ se autodenominaba «Pedro el guapo», pero parece que la tendencia va a más, pues sacar a Franco de Cualgamuros y llevarlo a Mingorrubio es solo «una de las cosas» por las que, según anunció ayer, pasará a los anales históricos, si bien prefirió no detallar esos otros ‘méritos’.