Candidatos Fest
El PP o quiere golpes de efecto (hasta el sanchismo se pega) o fía todo al cambio de ciclo
Como en los festivales de música buenos, esos de pulsera de colores y confeti en los grandes momentos, el PP de Castilla y León aguanta el cartel para las elecciones municipales del 28 de mayo. «Paciencia» pedía Mañueco este lunes desde Madrid con el mismo gesto picarón con el que Óscar Puente va soltando artistas internacionales que tocarán en la Plaza Mayor en fiestas o el Sonorama sujeta los ‘cabezas de cartel’ hasta bien entrado diciembre para hincharse a vender abonos como regalo de Reyes. Los políticos sufren el síndrome de la ‘rock star’. Olvidan que sus quinielas solo inquietan a los periodistas y que el rock ya no es ‘mainstream’ si no una tribu cultural en cazadora de cuero.
El cartel del ‘candidatos fest’ del PP sigue pendiente. Los endiablados ciclos electorales y turbulencias internas (autonómicas y nacionales) fueron retrasando la purga previa a la designación de candidatos que se ha impuesto en los partidos. En León a la falta de candidato se sumó la dimisión de su presidente provincial y en Salamanca no cesa el mar de fondo por la presunta financiación irregular en aquellas primarias autonómicas de 2017 que encumbraron a Mañueco. Así, a seis meses para las elecciones, los titulares de prensa siguen anunciando descartes en vez de nombramientos. En Valladolid buscan (o quizá tienen decidido) un candidato que no recuerde la moderación de Herrera ni huela a Casado o Egea. Uno que le guste a Mañueco, sobre todo a Mañueco, dejando pasar que para ganar el feudo socialista a Puente hacen falta bastantes más votos que los de los militantes populares.
Un candidato a alcalde es lo más ‘pop star’ de la política. Abel Caballero cantando a lo Mariah Carey desde la Navidad de Vigo, el incombustible Carlos Martínez en Soria o el desafinado socialismo leonesista de José Antonio Diez. Además de embarrarse de ciudad debe calar entre los vecinos. Eso no se consigue en escasos cinco meses, se suda desde la oposición o una concejalía. El PP o quiere golpes de efecto (hasta el sanchismo se pega) o fía todo al cambio de ciclo mientras la alineación del PSOE espera. Anunciar a Leonardo Dantés como si fuera Rosalía.