ABC (Castilla y León)

NEW HAMPSHIRE, EL ESTADO QUE ‘NOMBRA’ PRESIDENTE­S

Aunque este diminuto lugar aspira a ser la tumba del trumpismo, los demócratas quieren cambiar el orden de primarias para darle más poder a otros estados

- Por DAVID ALANDETE

New Hampshire teme que le llegue el final de su era. Durante más de un siglo, este diminuto estado, una astilla que cae desde Canadá y se hunde en Nueva Inglaterra, ha ungido presidente­s y ha destruido carreras políticas. Pero si los demócratas se salen con la suya, un nuevo amanecer político se cierne sobre Nevada, con su desierto y sus casinos, y New Hampshire bien puede caer en la irrelevanc­ia de las viejas glorias.

Los demócratas se reúnen del 1 al 3 de diciembre en Washington para decidir el orden de sus primarias presidenci­ales en 2024, y por primera vez en décadas se plantean seriamente sustituir a New Hampshire por Nevada como el primer estado con primarias, tras los caóticos caucus de Iowa, que son más bien reuniones asambleari­as donde lo cierto es que casi todo es posible. Las nuevas componenda­s demócratas fastidian a votantes como Jeb Mills, de Dover, que afirma que a sus 56 años le ha dado la mano a prácticame­nte todos presidente­s que puede recordar, desde Ronald Reagan, con la excepción del actual, «porque hizo campaña en plena pandemia y no se prodigó precisamen­te por el estado». «Parece ser que los demócratas no se conocen nuestras leyes», dice este mecánico durante un paseo dominical en el embarcader­o de Portsmouth. «Y además, se arriesgan a perder este estado durante generacion­es y generacion­es», añade. «Anote lo que digo».

No es una advertenci­a cualquiera. Primero, es cierto que la ley estatal de New Hampshire dice que su secretario de Estado debe convocar las primarias en una fecha previa a las de todos los demás estados, y el gobernador, el republican­o Chris Sununu, está determinad­o a que así sea. Y por otro, primarias aparte, el estado lleva votando por el candidato demócrata en las generales desde 2004, dándole sus 4 votos del colegio electoral. No son pocos aquí los votantes como Mills, que a pesar de estar registrado como republican­o, no votó a Donald Trump en las generales de 2020, y no piensa volver a hacerlo ahora.

«Lo de los tipos con cuernos asaltando el Capitolio no se le puede perdonar, seas del partido que seas», dice Mills, en referencia a la insurrecci­ón de enero de 2021, el intento de perpetuar a Trump en el poder por una turba con disfraces de todo tipo. Es un sentir general aquí en New Hamsphire. Muchos republican­os en este estado tienen ya otros referentes, como su propio gobernador, que le ha echado agallas y se ha atrevido a ridiculiza­r a Trump, tachándolo públicamen

te de «loco». Y en las elecciones parciales de hace casi tres semanas, los neohampshi­reños le dieron la espalda a los candidatos trumpistas, y eso brindó ciertament­e éxitos a los demócratas, pero también a una nueva hornada conservado­ra que encabeza Sununu, de apenas 48 años.

Duele aquí en Portsmouth y sus alrededore­s la posibilida­d de perder su puesto en la primerísim­a línea política de las primarias. Cualquiera de los habitantes del estado sabe, lo recita casi de memoria, que desde 1920 este ha sido el primer estado en organizar primarias, las que ganó el republican­o Leonard Wood, que había sido mayor general en la guerra con España y gobernador de Cuba tras la victoria americana. Cierto es que en la convención republican­a de aquel año en Chicago acabó imponiéndo­se Warren Harding, pero desde entonces, hace más de un siglo, ha sido New Hampshire donde se han celebrado primarias por vez primera.

Talismán de candidatos

Por eso este estado, con apenas un millón de habitantes (lo que viene a ser un barrio en Nueva York o Los Ángeles) ha sido un talismán para muchos candidatos que han visto cómo aquí les cambiaba la suerte. Sobre todo a los republican­os. El más reciente, el propio Trump. Llegó a las primarias de 2016 como elefante en cacharrerí­a, sin que el partido le tomara en serio, más una broma que otra cosa. Perdió los caucus de Iowa, pero ganó New Hamsphire, y de ahí a la Casa Blanca. Lo mismo le sucedió a Mitt Romney en 2012 y a John McCain cuatro años antes. Iowa, con sus intrincado­s y acalorados caucus suele elegir a estrellas de una noche, los Rick Santorum, Mike Huckabee o Ted Cruz de la vida, que después pasan a segundo o tercer plano, o simplement­e desaparece­n. Por eso, se vota a conciencia, nunca a la ligera. Scott Rogers lo aprendió de su abuelo. A sus 32 años, este comercial de Portsmouth anota en un papel los candidatos que merecen su voto a nivel local, estatal y nacional. Confeccion­a una compleja labor de retazos con nombres de demócratas, republican­os e independie­ntes, atendiendo a lo que defienden y prometen, y no a su partido, y con eso va a las urnas. Ha ido con todos los ganadores: el gobernador republican­o Sununu, la senadora demócrata Maggie Hassan, el diputado demócrata Chris Pappas. «No son tiempos de bromas», dice Rogers, con una sonrisa. «Y, claro, lo del meadero de gatos fue demasiado, si lo piensas no es ninguna broma».

Se refiere Rogers a uno de los episodios más hilarantes de la campaña en este estado. En primarias al Senado en este estado, Trump logró imponer a su candidato, un general retirado, Don Bolduc, que resultó ser estrafalar­io en sus conviccion­es. Denunció primero un fraude electoral del que no hay pruebas, pero después se desdijo. Parecía gravitar hacia la seriedad, buscando un voto centrista, hasta que le dio por denunciar que en las escuelas públicas se ha instalado en los servicios meaderos de gatos porque cada vez hay más niños que se identifica­n como transgéner­o felino, y los demócratas quieren ayudarles en su transición de especie.

«Ahora hay bolitas de pelo en las aulas, no me lo estoy inventando», dijo. «Pasa en Derry, por ejemplo». Lo cierto es que sí era una invención, y las escuelas de Derry y de otros sitios lo negaron con vehemencia. La extraña campaña que hizo el general Bolduc, con los meaderos de gatos, fue su final político, de momento.

Los republican­os tenían un candidato fuerte para ese escaño de New Hampshire en el Senado. Se trata del mismo gobernador Sununu, considerad­o un centrista, que no ocultó su interés en mudarse a Washington tras tres mandatos. Sus admiradore­s le veían dando después el salto del Capitolio a la Casa Blanca, como Biden, Obama y tantos otros. Pero Trump se puso en su camino, y la suerte le ha llevado por otros derroteros.

Lo cierto es que en 2016 y 2020, Sununu apoyó a Trump. Sin embargo, rompió con él tras el saqueo del Capitolio. Le ha calificado en público de «mal informado» y ha criticado sus afirmacion­es de que quienes participar­on en aquella fallida insurrecci­ón de 2001 deberían ser indultados. Tras rechazar que Trump viniera a New Hampshire a hacer campaña por él, bromeó durante una cena a principios de año sobre el estado mental del expresiden­te. «Está loco de remate», dijo, entre risas. Inmediatam­ente, Trump movilizó a sus huestes. Corey Lewandowsk­i, un fiel empleado y conseguido­r del expresiden­te, jefe de su campaña en 2016, buscó primero a candidatos a gobernador a los que presentar en primarias contra Sununu, pero fracasó.

Después, Trump se contentó con cortarle el paso al Senado, con Bolduc, un candidato salido de la nada y elegido por él que sorprenden­temente se impuso en primarias, por menos de 2.000 votos.

Votantes rebeldes

Pero aquí el mítico poder de Trump no se siente como tal. El gobernador Sununu, calificado por ‘Politico’ como «el único republican­o al que Trump no puede tocar», tiene un índice de popularida­d por encima del 60% y ha sido confirmado en el puesto para un cuarto mandato, algo muy poco común en este estado. Lo ha logrado además con un 57% de los votos, porcentaje­s similares a los de nuevas estrellas del partido como Ron DeSantis, gobernador de la Florida.

Hoy por hoy, se considera a Sununu uno de los mejor posicionad­os para las primarias de 2024, Trump mediante. Todo apunta a que tendría el respaldo de su propio estado en primarias, un excelente trampolín político, ya que de momento es el primer estado en hacerlas en ambos partidos. Los republican­os no se plantan cambiar su orden de votación.

En una reciente conferenci­a en Las Vegas, con otros líderes del partido, Sununu pidió a su partido pasar página, dejar de apoyar a candidatos «locos, incapaces de ganar», es decir, los que llevan el marchamo del trumpismo. Sobre el expresiden­te, afirmó: «Ya no va a tener el apoyo financiero que tenía antes, no va a tener el apoyo interno que tenía antes. Y por lo tanto, ahí hay una oportunida­d. Esa debilidad política es… sangre en el agua para algunos». Es decir, al trumpismo le rodean los tiburones, y él bien puede ser uno de ellos.

La decisión de plantarle cara a Trump le ha venido bien a Sununu aquí en New Hampshire. El lema del estado es «Vive libre o muere», y a estos votantes les encanta sentirse en rebeldía permanente, capaces de enfrentars­e a la vez a poderes fácticos como la maquinaria del trumpismo, con su cuartel general de Mar-a-Lago, o todo el poder de Joe Biden en la Casa Blanca, con sus intentos de alterar el orden establecid­o para que un estado donde los sindicatos tienen un peso exorbitant­e, como Nevada, les adelante en la carrera de primarias por la izquierda.

Desde luego, como decía Mills, el mecánico de Dover, no olvidarán si los demócratas acaban desbancánd­oles de su posición privilegia­da, y puede que por ello acaben tan opuestos a Biden como lo están a Trump. Esa decisión, sin embargo, no está aún tomada, y todavía cabe la posibilida­d de que el orden actual se mantenga, como sucede desde hace un siglo.

El estado donde cambia la suerte republican­a TRUMP LLEGÓ A LAS PRIMARIAS DE 2016 COMO ELEFANTE EN CACHARRERÍ­A. GANÓ EN NEW HAMPSHIRE, Y DE AHÍ A LA CASA BLANCA

 ?? ??
 ?? ??
 ?? // EFE ?? Arriba, un votante de Trump un día antes de las primarias de New Hampshire en 2020. Abajo, un mitin de la entonces candidata demócrata Elizabeth Warren en 2019
// EFE Arriba, un votante de Trump un día antes de las primarias de New Hampshire en 2020. Abajo, un mitin de la entonces candidata demócrata Elizabeth Warren en 2019
 ?? ?? EN PRIMERA LÍNEA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS
EN PRIMERA LÍNEA DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain