El dragón y la doncella
Para sobrevivir a internet el periodismo ha sacrificado algunos de sus principios
INTERNET es como un gran dragón alado que ha llevado al periodismo de siempre a más gente que nunca. Eso sí, también ha multiplicado su competencia, proliferando como hongos la desleal, la de máquinas de fango esparcidoras de noticias más que falsas, falseadas y al servicio de intereses espurios y cloacas estatales. Para contrarrestar esa competencia desleal, el periodismo de siempre se ha volcado en mantener bien alimentado al gran dragón para no acabar devorado por él, pero al precio de sacrificarle demasiadas veces algunos de sus principios, como la precisión y la rigurosidad, primando llegar antes que nadie en vez de mejor que nadie, enganchar que informar, captar usuarios que fidelizar lectores. El riesgo es que, en su afán por sobrevivir, acabe sacrificando al gran dragón su doncella más preciosa, la verdad. Entonces, cavará su tumba.