ABC (Castilla y León)

La seis cartas tenían pólvora y metralla y la Policía sospecha que hay una única autoría

▶El material pirotécnic­o utilizado, el montaje de los artefactos y la grafía de los envíos coinciden ▶Solo uno de los sobres, el que llegó a la Base de Torrejón, no ha sido detonado y sobre él se vuelca Policía Científica

- CRUZ MORCILLO / PABLO MUÑOZ MADRID

La carta enviada a Pedro Sánchez a La Moncloa hace una semana contenía una mezcla de pólvora y metralla, según confirmaro­n a ABC fuentes policiales. Exactament­e igual que las cinco que han llegado en las últimas horas a la Embajada de Ucrania, la empresa de material de guerra Instalaza, en Zaragoza, la base aérea de Torrejón (dirigida al centro de satélites), el Ministerio de Defensa y la Embajada de Estados Unidos. Los sobres contenían pequeñas cantidades tanto de material pirotécnic­o como de elementos metálicos (metralla) y ambos se pueden adquirir en cualquier establecim­iento de pirotecnia.

Esa pequeña cantidad limitaría mucho la potencia ante una deflagraci­ón pero son «artefactos peligrosos», según las mismas fuentes. Con cantidades superiores, mezcladas con clavos y rodamiento­s e introducid­as en olla exprés, se fabricaron las bombas artesanale­s que mataron a tres personas e hirieron a más de 170 durante la maratón de Boston hace una década.

El primer artefacto que deflagró de forma accidental fue el de la Embajada ucraniana cuando trasladaba el sobre un empleado que resultó herido leve en un dedo. El resto, salvo el de la base aérea, han sido detonados de forma controlada por los expertos en desactivac­ión de explosivos. El de Torrejón es el que analiza ya la Policía Científica para intentar seguir su trazabilid­ad y averiguar dónde pudo adquirirse. Es uno de los hilos que pueden conducir al autor de las misivas.

La Comisaría General de Policía Científica analiza ese envío para buscar huellas y restos biológicos y además se hacen análisis grafológic­os, dado que las direccione­s de las entidades públicas y la empresa de Zaragoza

estaban escritas a mano. Había algunos remites pero no correspond­en con direccione­s reales.

Los agentes de la Comisaría General de Informació­n trabajan con la hipótesis de que haya un autor único, basándose en ese tipo de material idéntico enviado, la forma en que estaba colocado, la grafía de los sobres y la coincidenc­ia temporal que apunta a que todas las cartas, salvo la del presidente, se enviaron el mismo día. Eso significa que puede haber más y que como las anteriores habrían pasado sin problema el inexistent­e filtro de Correos, un ‘coladero’, según las fuentes consultada­s. Esa falta de control ya quedó en evidencia hace un año en las cartas con balas que llegaron a Iglesias, Marlaska y a la directora de la Guardia Civil.

Desde territorio nacional

Al cierre de esta edición no estaba claro desde dónde habían sido enviados los sobres, más allá de que fuera desde territorio nacional. La principal hipótesis es que sea Madrid el origen, pero en algún caso, en concreto el recibido en el Palacio de la Moncloa, el matasellos está tan deteriorad­o que ni siquiera se puede tener esa certeza.

Además de la lógica preocupaci­ón por los envíos de estos sobres, fuentes consultada­s por ABC alertan de que puede surgir una psicosis por este asunto. Ayer por la tarde la Policía detonó un paquete sospechoso que había sido detectado en las inmediacio­nes del Cuartel General del Ejército del Aire, en la calle, aunque luego se demostró que no contenía explosivo.

Algunos medios mostraron su sopresa por el hecho de que el pasado jueves los servicios de seguridad del Palacio de la Moncloa detectaran el primer sobre y no lo comunicara­n a la Audiencia Nacional. El secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, explicó que no se hizo porque se abrió una investigac­ión que no estaba lo suficiente­mente avanzada como para judicializ­arla. Una vez que se produjo el suceso de la Embajada de Ucrania, en el que hubo un lesionado, se inició el pertinente proceso judicial. Al haber similitude­s evidentes entre ambos asuntos se comunicaro­n los hechos a la Audiencia Nacional para que se investigas­en de forma conjunta.

Por el momento no ha habido reivindica­ción alguna de estas acciones, aunque es evidente que quien ha hecho estos envíos actúa motivado por la guerra de Ucrania. Por ello, si ya el 24 de noviembre, tras detectarse el sobre en Moncloa Interior pidió un mayor celo en la seguridad de los edificios oficiales, tras el suceso del miércoles de la Embajada de Ucrania se dieron instruccio­nes para reforzar la seguridad de las legaciones diplomátic­as, de forma especial la de aquellos países que condenan la invasión rusa y ayudan al gobierno de Zelenski.

Interior transmite tranquilid­ad y no cree que haya una organizaci­ón detrás de ellos. De hecho, no se ha planteado convocar la mesa de evaluación de la amenaza terrorista para en su caso elevar el nivel de alerta, que en este momento está en 4 sobre una escala de 5. Las fuentes consultada­s consideran que el autor o autores de estos envíos buscan sobre todo un efecto propagandí­stico. No obstante, no hay constancia de momento de que ningún grupo o individuo haya reivindica­do estas acciones.

Sobre los destinatar­ios de los envíos,

se trata de los máximos representa­ntes de las entidades a los que han sido enviados: Pedro Sánchez en el caso del Palacio de la Moncloa, Margarita Robles en el del Ministerio de Defensa, el presidente de la empresa de armamento, los embajadore­s de Estados Unidos y Ucrania y el director del Centro de Satélites de la base de Torrejón.

El juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama instruye las diligencia­s por estos envíos, que se investigan como un delito de terrorismo. La Policía no ha pedido de momento ninguna diligencia concreta.

 ?? // TANIA SIEIRA ?? Despliegue en la Embajada de EE.UU., que ayer recibió un sobre
// TANIA SIEIRA Despliegue en la Embajada de EE.UU., que ayer recibió un sobre
 ?? ??
 ?? REUTERS ?? Paquete enviado a la Embajada de Ucrania//
REUTERS Paquete enviado a la Embajada de Ucrania//

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain