Batet vetará la palabra «fascista» y las «ofensas» a los grupos parlamentarios
El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, criticó ayer que la Mesa del Congreso, encabezada por el vicepresidente Alfonso Rodríguez Gómez de Celis en ese momento, retirara del ‘Diario de Sesiones’ la palabra «fascista». La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha tomado esta decisión para evitar la escalada de descalificativos y ofensas entre los grupos parlamentarios que ha tenido lugar estos días.
El martes, Gómez de Celis expulsó del pleno a la diputada de Vox Patricia Rueda por referirse a Bildu como «filoterroristas». Echenique y Unidas Podemos no protestaron en aquel instante. Sin embargo, ayer sí, cuando vetaron la palabra que utilizan ellos y sus aliados independentistas ERC y Bildu para referirse al partido de Santiago Abascal y en ocasiones al Partido Popular.
«Señorías, al igual que hice la semana pasada, cada vez que se produzca una ofensa a cualquiera de los grupos de esta Cámara, bien sea fascista o bien sea cualquier otro término, será retirado del ‘Diario de Sesiones’», expresó el vicepresidente de la
Cámara Baja. La presidenta Meritxell Batet también retiró el ataque de la ministra de Igualdad, Irene Montero, al PP, que antes de ayer les acusó en el pleno de «promover la cultura de la violación» por señalar a la víctima y no al agresor en campañas institucionales de igualdad de gobiernos regionales. Las palabras de Montero soliviantaron tanto a la bancada del PP que Batet tuvo dificultades para poder continuar con la sesión entre gritos y vituperios a la ministra.
Ciudadanos emitió un escrito a la Mesa crítico con el «partidismo» y la «doble vara de medir» del Congreso, porque, dijeron, Montero pudo expresarse recibiendo una sola reprimenda de Batet mientras una diputada de Vox fue expulsada. Ya la semana pasada, De Celis había pedido la retirada de las palabras «fascista» y «filoterrorista» que se expresaron en el debate presupuestario y en el de sedición. Sin embargo, esta semana había crecido el malestar en los grupos de la derecha al considerar que el órgano rector del Congreso estaba siendo más permisivo con la izquierda y teniendo más mano dura con Vox. Una presión que motivó a la Mesa a acabar con cualquier ofensa de forma drástica decretando su retirada del ‘Diario de Sesiones’. Lo cierto es que esas palabras o expresiones no desaparecen de los documentos del Congreso, sino que se añade una nota informativa donde se explica que se pidió su retirada.
Echenique dijo ayer que es una ventaja para la derecha vetar la palabra ‘fascista’ y acusó a la presidenta del Congreso de limitar libertades. «La Presidencia del Congreso del PSOE acaba de prohibir que se diga ‘fascista’ en el hemiciclo. Lo tiene todo. El aplauso de los fascistas que saben que así avanzan. La limitación de la libertad de expresión. Prohibir el uso de un término político en Parlamento. Incalificable», soltó el portavoz morado. A estas críticas se unió también el exvicepresidente Pablo Iglesias –cómo no– a través de Twitter.
«Una ofensa a cualquiera de los grupos de esta Cámara, bien sea fascista o bien sea cualquier otro término, será retirada»