Yolanda Díaz escamoteó dinero al Ministerio de Cultura por un acto de Sumar
La plataforma pagó por usar el Museo de Mérida una hora, pero lo acabó utilizando durante casi el doble
Sumar, la plataforma que lidera Yolanda Díaz, acordó con el Ministerio de Cultura la utilización del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida para realizar un «acto de escucha ciudadana» el pasado 28 de diciembre. La organización política abonó las tasas correspondientes a una hora de uso –de 19.00 a 20.00 horas–, con la exposición cerrada. Pero el acto terminó durando casi el doble de tiempo sin contar con el tiempo de montaje y desmontaje de los materiales y la tecnología utilizada.
En una respuesta a los diputados populares Víctor Píriz y Teresa Angulo a la que ha tenido acceso ABC, el Gobierno señala que Sumar abonó una tasa de 1.931,59 euros por 60 minutos de uso. Pero la plataforma de la vicepresidenta publicó en Youtube un vídeo del acto, cuya duración asciende a 105 minutos arrancando con los asistentes ya sentados y terminando antes de que se vaciara la sala. Solo por el uso recogido en esa grabación la tasa abonada debería haber sido de 3.380,28 euros, según la ecuación que aplicó el Ministerio de Cultura (4,92 euros por los 392,6 metros cuadrados que reservó Sumar). Añadiendo una estimación de 40 minutos más por el montaje y desmontaje de las sillas, el sistema de audio o las pancartas de gran tamaño colocadas tras Yolanda Díaz, el importe habría ascendido a 4.668 euros, más del doble de lo que Sumar abonó a Cultura.
Sin pago complementario
A día de hoy, la plataforma de la vicepresidenta segunda no ha realizado ningún pago complementario para regularizar el uso real que hizo del Museo de Mérida, de titularidad estatal, con el agravante de que no solo modificó el tiempo pactado inicialmente sino que también terminó variando el horario. Las tasas que abonó Sumar fueron calculadas con la previsión de que el acto se celebraría una vez que el museo hubiera cerrado sus puertas, de siete a ocho de la tarde. El edificio clausura a las 18:30 horas en horario de invierno, por lo que la celebración del acto media hora más tarde no hubiera interrumpido su normal funcionamiento. Es una cuestión importante porque Sumar utilizó la nave principal del museo y algunos espacios de las naves laterales para albergar a un máximo de 300 personas. Sin embargo, la convocatoria terminó teniendo lugar con el museo abierto. La plataforma de Yolanda Díaz adelantó la cita las 18.00 horas y los preparativos estaban en marcha a las 17.30 horas, invadiendo el horario de visita pública. Para más inri, el 28 de octubre era un día de alta concurrencia por ser viernes y arranque del Puente de Todos los Santos. Como puede apreciarse en la imagen tomada del vídeo de Sumar, los asistentes al acto llenaron la nave principal del museo, impidiendo que los visitantes pudieran contemplar las piezas expuestas.
Cultura no fiscalizó
Fuentes de la organización de la vicepresidenta segunda cargan la culpa a Cultura y aseguran que «se pagaron las tasas solicitadas». «Nosotros siempre hemos cumplido con lo que se solicitaba oficialmente», señalan. Sin embargo, la respuesta de Moncloa al popular Víctor Píriz recoge que la autorización dispensada era para un acto de una hora y con el museo cerrado. Sumar cambió esas condiciones.
Lo que sí es cierto es que el Ministerio de Cultura hizo dejación de funciones respecto al uso que terminó haciendo Yolanda Díaz. Parece difícil que el Museo de Mérida no comunicara a Cultura los cambios que hizo Sumar pero, aunque así fuera, o bien el ministerio de Iceta no se encargó de fiscalizar la cesión o decidió no tomar medidas. Además, a Cultura le hubiera resultado fácil conocer qué uso realizó Díaz ya que, además del conducto oficial, quien otorgó el permiso fue el director General de Patrimonio Cultural, Isaac Sastre de Diego, excoordinador del programa educativo del museo.
A todas estas irregularidades se une el hecho en sí: la cesión de un edificio de titularidad estatal para la realización de un acto político ajeno al Gobierno. La Ley de Patrimonio de las Administraciones Públicas y la normativa que la desarrolla contempla la cesión de este tipo de espacios de forma privativa para eventos de relevancia cultural. Y el acto de escucha que convocó Sumar difícilmente puede calificarse como cultural. «Escuchar todo lo que tiene que aportar la sociedad extremeña al nuevo proyecto de país que estamos contruyendo», rezaba la convocatoria.
Presidencia se aferra a ese supuesto uso privativo para defender que Cultura no cometió ninguna irregularidad al ceder el museo a Díaz. Un argumento que no convence a los diputados populares, que ya han solicitado una copia de la resolución que permitió a Sumar utilizar el Museo de Mérida.