Los hoteleros temen que la demanda caiga por el encarecimiento de las hipotecas
▶ El sector espera un invierno con ocupaciones por encima de las de 2019
No hay crisis, por el momento, para los hoteles. Los empresarios del sector aseguran que no están notando una disminución de la demanda por la escalada de precios. Más bien lo contrario: entre diciembre y febrero esperan superar los niveles de ocupación de la temporada baja de 2019 (+0,06%). Esta es una de las principales conclusiones que se puede extraer del informe Smart Observatory que presentó ayer la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) y PwC. Un estudio que, en cualquier caso, no olvida los efectos que puedan tener sobre la demanda una posible recesión el próximo año, así como el encarecimiento de las hipotecas por la subida de tipos.
Pero a corto plazo, las perspectivas son positivas. Así al menos lo dejan entrever los cinco indicadores que componen el observatorio y que analizan el contexto macroeconómico, los flujos turísticos, el sentimiento del turista, la intención de viaje y la demanda futura.
Este análisis viene de momento avalado por las reservas que los hoteles tienen actualmente en cartera. Según Cehat, superan en cinco puntos las que existían en este periodo el año pasado, algo que aseguran es generalizado en todas las comunidades autónomas. Del mismo modo, también se sustenta en la recuperación del turismo internacional. El interés por viajar a España ha crecido un 40% por encima de los niveles previos a la pandemia, con un creciente interés de los países nórdicos por nuestro país, y a la espera de que los mercados de largo radio terminen de reactivarse.
Sombras
Pero, de fondo, habitan las sombras. «Hemos de tener presente que el escenario macroeconómico es muy complicado y que nos enfrentamos a una subida de costes que está afectando dramáticamente a sectores como el de alojamiento, muy dependiente tanto de la energía como de la oscilación de precios en alimentación y bebidas» avisó ayer el presidente de Cehat, Jorge Marichal. De momento, los hoteles han sido capaces de ajustar los precios de las habitaciones sin erosionar la demanda, pero permanece la incertidumbre sobre cuánto tiempo se podrá mantener esta situación.
Al igual que sucede con sus beneficios, el sector teme a que la inflación se coma los ahorros de turistas ingleses, alemanes y de otros países del norte de Europa y eso se traduzca en un verano complicado para el litoral español. La amenaza está muy viva, al igual que la posible recesión y la pérdida de poder adquisitivo de las familias españolas por el alza de las hipotecas.
Como único apunte macroeconómico positivo, Cehat y PwC señalan la debilidad del euro frente al dólar, que puede atraer un alud de turistas desde Estados Unidos y otros países dolarizados, como ya adelantó este periódico.