De la ciudad al campo y del campo a la selva
Intérpretes:
Confirma lo que es una regla de la buena añada del cine español que se podría calificar como del género ‘lejos de lo urbano’, una historia planteada en lo rural y que desarrolla diversos conflictos personales, de pareja, medioambientales y sociales. Busca para sus personajes y sucesos el envoltorio de una atmósfera ambigua, una promesa de intriga y un fogonazo. Una pareja joven de arquitectos, ella embarazada, asume el doble riesgo de abandonar su vida en la ciudad y tener un hijo, y se instalan en una casa de campo, rodeada de un bosque de alcornoques y con la idea de una existencia tranquila y ecológica. Gurrea nos ofrece numerosos detalles de ellos y de su relación; todo natural, solidario, sin reproducir las rutinas burguesas que los han llevado allí. Pero el buen uso de la cámara, inquietante sin aparente motivo, y la escurridiza mirada del director dejan entrever que los conflictos acechan: laborales y sociales en su tarea y personales y psicológicos en los cambios de actitud y punto de vista. Es muy importante la interpretación de Luengo y López, que asumen perfectamente en su rostro, gestualidad y mirada las contradicciones que les germinan en su interior. Se escurren con sigilo en un alarmante movimiento de aproximación y distanciamiento, el aroma a peligro y brutalidad.
‘Suro’ engorda lentamente en interés y empiezan a tomar cuerpo esas contradicciones, la fragilidad (ella está embarazada) y la dureza del trabajo y de los acontecimientos; la tensión de la trama y el relajo del paisaje, que se oscurece y endurece. Se maneja muy bien en los paréntesis y elipsis.