Marruecos, rival con trampa en octavos
Con Achraf y Ziyech como estrellas, su estilo ofensivo, atrevido y valiente está siendo la sensación del Mundial
El tanto por ciento de probabilidades era el más bajo, pero el fútbol es impredecible. España pasó a octavos como segunda de grupo y lo que iba a ser un España-Croacia, con un posible duelo en cuartos contra Brasil y frente a Argentina en semifinales, se convirtió en unos pocos minutos en un España-Marruecos, con Portugal como posible rival en unos hipotéticos cuartos y Francia o Inglaterra en unas posibles semifinales. Cuadro totalmente distinto a lo previsto, con una primera piedra en el zapato más molesta de lo que muchos pueden pesar. Cuidado.
Marruecos ha sido la gran sensación de la fase de grupos, donde le tocó competir con el subcampeón del mundo y la tercera clasifica. Los norteafricanos sellaron su pase como primeros, tras empatar frente a Croacia en el estreno (0-0), vencer con justicia a Bélgica (2-0) y hacer lo propio con Canadá (1-2). Un pase brillante, el segundo de su historia tras el de 1986, hace 36 años, cuando se convirtió en el primer equipo africano en pasar a los cruces de una Copa del Mundo: «Estamos muy felices por la clasificación. Hemos hecho un trabajo fantástico, bravo a todo el equipo. No somos solo un equipo, somos una familia. Tenemos un grupo increíble, los jugadores y la gente que trabaja para nosotros. Estoy orgulloso de jugar para Marruecos y hacer que todo el pueblo marroquí se sienta orgulloso», explicaba Achraf, uno de los referentes de su selección.
El exjugador madridista y actual integrante del PSG forma una banda derecha temible junto a Ziyech, el extremo del Chelsea, que hasta hace tres meses estaba apartado de la selección. // EFE
Su mala relación con Haliholzic era la causante de su ausencia en las convocatorias, pero todo cambió con el relevo en el banquillo. Walid Regragui le recuperó para la causa y ha hecho de Marruecos un muro elegante. Solo un gol recibido en sus siete partidos como seleccionador y un juego vistoso, valiente y atrevido que está enamorando en Qatar: «Tenemos 26 jugadores, algunos no juegan, pero todos los que hemos venido sabemos lo que hay que hacer porque el entrenador sabe lo que hace. Ha creado un buen grupo
y confiamos en él. Le doy las gracias por el increíble trabajo que ha realizado en poco tiempo», añadía Hakimi, orgulloso del colectivo: «Nuestro grupo tiene una buena mentalidad. Desde el primer día aquí nos hemos dicho que era el momento de cambiar la mentalidad de todos los jugadores y que nuestra generación hiciera cosas positivas».
La felicidad en Doha fue un detalle al lado de la tarde-noche de júbilo que se vivió en Rabat, Casablanca, Marraquech o Salé. Los marroquíes se echaron a la calle en masa para celebrar su gesta y mostrar su alegría al mundo.
Bocinas de los coches, bengalas, botes de humo, petardos… Las calles de las principales ciudades de Marruecos fueron una fiesta improvisada que esperan alargar el próximo martes ante España, en el que será el cuarto cara a cara de ambas selecciones.
Los nuestros ha jugado en tres ocasiones contra Marruecos y en ninguna de ellas ha logrado solventar el partido con suficiencia. En las eliminatorias de clasificación para el Mundial de 1962, la selección nacional venció 3-2 y 0-1, y en 2018, en la fase de grupos del Mundial de Rusia, logró un empate agónico (2-2) gracias a un gol de Iago Aspas en la prolongación (minuto 92).
Bélgica, eliminada
Marruecos será el rival de España por su victoria ante Canadá y por el agónico empate de Croacia ante Bélgica, que tuvo tres claras ocasiones en las botas de Lukaku –dos de ellas en el 88 y en el 90–, para meterse en octavos, pero el delantero del Inter tuvo uno de los peores días de su carrera y no pudo evitar la eliminación de los ‘red devils’.
El adiós de Bélgica, junto al de Alemania, es la gran decepción de esta primera fase y jubila a una generación que tenía argumentos para haber levantado un gran título, pero que no será así. Habrá que ver qué decisión toman jugadores como Hazard, líder y capitán, y que ayer solo jugó seis minutos. Lo que sí es seguro es el adiós de Roberto Martínez. El técnico catalán, tras seis años, anunció tras el partido que dejaba la selección belga, con la que terminaba contrato en este Mundial. La cara alegre fue para la Croacia de Modric, que mantiene vivo el sueño de repetir el papel de Rusia. A la subcampeona le espera Japón en octavos.