Los populismos no saben perder
La reaparición de Pablo Iglesias confirma su ego, su afán de poder y también que no se ha enterado de nada
DONALD Trump, Boris Johnson, Pablo Iglesias, Silvio Berlusconi, Puigdemont (y a partir de ahí sus súbditos y súbditas) tienen un denominador común: No saben perder. Los populistas del mundo unidos no son conscientes de que les han echado. Se empeñan en volver aunque les despidan, les condenen o pierdan las elecciones.
Unos y otros creen estar por encima del bien y del mal. Son superiores a sus electores, a sus seguidores y a sus empleadas. Escupen bilis porque si se la tragan .... se envenenan. Les da igual la edad y la pasta. Por cierto, siempre están forrados. La clave es su complejo de superioridad y su odio.
El ex primer ministro británico, Boris Johnson, volverá a presentar su candidatura como diputado por la circunscripción de Uxbridge y South Ruislip en las próximas elecciones generales. Ya no se acuerda de que dimitió antes de ayer por inútil y por mentiroso.
El expresidente Donald Trump amenaza con volver a las primarias y, ya de paso, expresó su apoyo a los asaltantes del Capitolio de Washington: «A las personas las han tratado inconstitucionalmente, y muy, muy injustamente. Y vamos a llegar al fondo del asunto». Y añadió que EE.UU. «se está volviendo comunista». Lo que viene siendo como las maracas de Machín.
Y hablando de comunistas... nuestro Pablo Iglesias. Le echa hasta Pedro Sánchez por insoportable (y porque eso de trabajar no parece que sea lo suyo); se le rebelan sus pupilos porque no hay quien le aguante; se presenta a las elecciones en la Comunidad de Madrid y queda el último. No le admiten como profesor ni en Periodismo, ni en Políticas hasta que Monedero le rescata. Y ni con ese currículum se da por aludido.
Es tal su egocentrismo, tan creído se lo tiene que, viviendo en un chaletazo y con la Guardia Civil cortándole la calle, no siente el menor rubor en pedir dinero públicamente para montarse una televisión de autopromoción. Y seguro que hubo (además del magnate de cabecera) algún seguidor que le donó dinero.
Y el tío reaparece con esa cara de odio que solo los enfermos de odio saben poner. Y sus súbditas le copian el tono, el ademán y las frases hechas... y todavía nos da lecciones de periodismo, de feminismo, de constitucionalismo y de política exterior.
PD: Con todo, si Pedro Sánchez le necesita para sumar una mayoría que le permita seguir en el Gobierno... el ex ‘macho alfa’ volverá al Consejo de Ministros. ¿Apostamos?