Una presidencia que no preside
Al paso que lleva, y según se va deteriorando el día a día en el hemiciclo, el Congreso puede llegar a convertirse en uno de esos parlamentos exóticos donde todo puede ocurrir. Las anomalías han llegado hasta la inconstitucionalidad del cierre decretado por Batet durante la pandemia, al uso discrecional del mazo y del reglamento, pasando por amagos de desoír a la Justicia.